Hace 19 años, el 11 de septiembre de 2001, 19 militantes asociados con el grupo extremista islámico Al Qaeda secuestraron cuatro aviones y llevaron a cabo ataques suicidas contra objetivos en Estados Unidos.
Dos de los aviones volaron hacia las Torres Gemelas del World Trade Center en la ciudad de Nueva York, un tercer avión chocó contra el Pentágono en las afueras de la ciudad de Washington y el cuarto avión se estrelló en un campo en Shanksville, Pensilvania.
Casi 3.000 personas murieron durante los ataques terroristas de ese día que desencadenaron importantes iniciativas estadounidenses para combatir el terrorismo.
World Trade Center
Ese martes a las 8:45 de la mañana un Boeing 767 de American Airlines cargado con 20.000 galones de combustible se estrelló contra la torre norte del World Trade Center en la ciudad de Nueva York.
El impacto dejó un enorme agujero ardiente cerca del piso 80 de los 110 que tenía el rascacielos, y produjo el fallecimiento instantáneo de cientos de personas y atrapando a cientos más en los pisos más altos.
18 minutos después y a medida que avanzaba la evacuación de las torres, las cámaras de televisión transmitieron imágenes en vivo del impacto de un segundo avión contra la torre sur cerca del piso 60. La colisión provocó una explosión masiva que dejó claro que Estados Unidos estaba siendo atacado.
Osama bin Laden
Los secuestradores eran terroristas islámicos de Arabia Saudita y varias otras naciones árabes, financiados por la organización terrorista al Qaeda, liderada por el fugitivo saudí Osama bin Laden y que en teoría actuaban en represalia por el apoyo de Estados Unidos a Israel, su participación en la Guerra del Golfo Pérsico y su presencia militar en el Medio Oriente.
Algunos de los terroristas habían vivido en los Estados Unidos durante más de un año y habían tomado lecciones en escuelas de vuelo comercial. Otros se habían infiltrado en el país en los meses previos al ataque y actuaron como apoyo a la operación.
Según información posterior se supo que los 19 terroristas ingresaron al avión cortadores y cuchillos a través de seguridad en tres aeropuertos de la costa este y abordaron cuatro vuelos matutinos con destino a California, elegidos porque los aviones estaban cargados con combustible para el largo viaje transcontinental. Poco después del despegue, los terroristas se apoderaron de los cuatro aviones y tomaron los controles, transformando aviones de pasajeros ordinarios en misiles guiados.
Ataque al Pentágono y colapso de las torres
Mientras millones observaban los eventos que se desarrollaban en Nueva York, el vuelo 77 de American Airlines sobrevoló el centro de la ciudad de Washington, antes de estrellarse contra el lado oeste del cuartel general militar del Pentágono a las 9:45 de la mañana.
El impacto provocó un incendio devastador que ocasionó el colapso estructural de una parte del gigantesco edificio, que es la sede del Departamento de Defensa de Estados Unidos.
En total, 125 militares y civiles murieron en el Pentágono, junto con las 64 personas que iban a bordo del avión.
Menos de 15 minutos después de que los terroristas atacaran el centro neurálgico del ejército estadounidense, el horror en Nueva York dio un giro catastrófico cuando la torre sur del World Trade Center se derrumbó.
El acero estructural del rascacielos, construido para resistir vientos de más de 320 kilómetros por hora y un gran incendio convencional, no pudo resistir el impacto y el tremendo calor generado por la combustión del combustible.
Mientras tanto, un cuarto avión, el vuelo 93 de United, fue tomado unos 40 minutos después de salir del aeropuerto internacional Newark. Debido a que el avión se había demorado en despegar, los pasajeros a bordo se enteraron de los eventos y en confusos hechos lucharon contra los cuatro secuestradores. Finalmente el avión se estrelló en un campo rural cerca de Shanksville cerca de Pensilvania.
Aunque se desconoce su objetivo, distintas teorías apuntan a que podría haber sido la Casa Blanca, el Capitolio de los Estados Unidos, y la residencia de Camp David en Maryland o incluso una de las varias plantas de energía nuclear a lo largo de la costa este.
Un total de 2.996 personas murieron en los ataques del 11 de septiembre, incluidos los 19 secuestradores a bordo de las aeronaves.
Respuesta a los ataques
El presidente George W. Bush, quien se encontraba en la Florida en el momento de los ataques, regresó a la Casa Blanca y pronunció un discurso televisado desde la Oficina Oval, declarando que “los ataques terroristas pueden sacudir los cimientos de nuestros edificios más grandes, pero no pueden tocar los cimientos de Estados Unidos. Estos actos rompen el acero, pero no pueden dañar el acero de la determinación estadounidense".
En referencia a la eventual respuesta militar de Estados Unidos, declaró que “no haremos distinción entre los terroristas que cometieron estos actos y los que los albergan".
La Operación Libertad Duradera, el esfuerzo internacional liderado por el país para derrocar al régimen talibán en Afganistán y destruir la red terrorista de Osama bin Laden, comenzó el 7 de octubre. En dos meses, las fuerzas estadounidenses habían eliminado a los principales organizadores del operativo, pero la guerra continuó, mientras las fuerzas estadounidenses y de la coalición intentaban derrotar una campaña de insurgencia talibán en Pakistán.
Osama bin Laden, el cerebro detrás de los ataques, permaneció prófugo hasta el 2 de mayo de 2011, cuando finalmente fue localizado y dado de baja por las fuerzas estadounidenses en un escondite en Abbottabad, Pakistán. En junio de 2011, el entonces presidente Barack Obama anunció el comienzo de la retirada de tropas a gran escala de Afganistán.
Los ataques del 11 de septiembre tuvieron un efecto negativo inmediato en la economía estadounidense. Muchas instituciones de Wall Street, incluida la Bolsa de Valores de Nueva York, fueron evacuadas durante los ataques. En el primer día de operaciones después de los ataques, el mercado cayó un 7,1%. Solo la economía de la ciudad de Nueva York perdió 143,000 empleos al mes y $2.8 mil millones en salarios en los primeros tres meses. Las mayores pérdidas se produjeron en las finanzas y el transporte aéreo, que representaron el 60% de los empleos perdidos.
El costo estimado de los daños del World Trade Center fue de $ 60 mil millones de dólares y se destinaron alrededor de $750 millones sólo para limpiar los escombros en Ground Zero.
Miles de socorristas y personas que trabajan y viven en el bajo Manhattan cerca de la zona del desastre estuvieron expuestos a humos tóxicos y partículas que emanaron de las torres. Para 2018, 10,000 personas fueron diagnosticadas con cáncer relacionado con el 11 de septiembre. Entre el 2001 y el 2004, se otorgaron más de $ 7 mil millones de dólares en compensación a las familias de las víctimas.
El 29 de julio de 2019, el presidente Trump firmó una ley que autorizó el apoyo al Fondo de Compensación para Víctimas hasta el 2092. Anteriormente, después de que los administradores habían recortado los beneficios hasta en un 70%.
Aniversario y Memorial del 11-S
El 18 de diciembre de 2001, el Congreso aprobó nombrar el 11 de septiembre como el “Día del Patriota” para conmemorar el aniversario de los ataques.
Los primeros monumentos conmemorativos se produjeron inmediatamente después de los ataques, con vigilias a la luz de las velas y tributos florales en las embajadas de Estados Unidos en todo el mundo. En Gran Bretaña, la reina Isabel cantó el himno nacional estadounidense durante el cambio de guardia en el Palacio de Buckingham. Río de Janeiro colocó vallas publicitarias que mostraban la estatua del Cristo Redentor de la ciudad abrazando el horizonte de la ciudad de Nueva York.
Para el primer aniversario de los ataques, dos brillantes columnas de luz se dispararon hacia el cielo desde donde una vez estuvieron las Torres Gemelas.