El vicepresidente económico de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, recalcó este miércoles que la negociación entre la Unión Europea (UE) y Reino Unido para pactar el marco de la relación futura se halla en "los momentos finales" en los que será posible un acuerdo a tiempo para su entrada en vigor cuando expire el periodo de transición y se consume el Brexit el próximo 1 de enero.
"Las negociaciones siguen en curso con gran intensidad porque estamos ya en el impulso final para poder lograr un acuerdo y del lado de la Comisión seguiremos trabajando con este objetivo", explicó Dombrovskis en una rueda de prensa en Bruselas.
Por su parte el negociador europeo, Michel Barnier, también informó el miércoles mismo al Colegio de Comisarios sobre el estado de las conversaciones, mientras se desarrolla una nueva ronda de contactos entre británicos y europeos en Bruselas esta semana.
Barnier prevé también informar mañana a los embajadores de los veintisiete países miembros sobre los avances, aunque Dombrovskis no quiso responder a si tras escuchar al negociador europeo son más o menos optimistas sobre las posibilidades de acuerdo en los próximos días.
"Hemos visto muchos plazos pasar, pero hay uno que no podemos cambiar y es el del 1 de enero, cuando concluya el periodo transitorio. Podemos decir que estamos en los momentos finales para alcanzar un acuerdo", zanjó el vicepresidente comunitario, para subrayar que el Ejecutivo comunitario trabaja "intensamente" para resolver las diferencias.
Bruselas y Londres siguen buscando soluciones para superar los "elementos importantes" que aún alejan a las partes, por lo que aún hay "trabajo sustancial" que hacer por parte de los equipos negociadores, en palabras de Dombrovskis.
Aunque Dombrovskis no los enumeró esta vez, los principales escollos que alejan a la UE y el Reino Unido de un acuerdo no han variado desde que empezaron las negociaciones para diseñar la nueva relación, ya que las posiciones se mantienen muy alejadas en tres asuntos clave: las garantías de condiciones justas en materia de competencia a ambos lados del Canal de la Mancha, el acceso a las aguas británicas por la flota comunitaria y la gobernanza del propio Tratado.
"Queremos que nuestra cooperación futura sea abierta pero justa en todas las áreas", dijo Barnier el lunes al inicio de la ronda negociadora, cuando defendió que el bloque comunitario se mantiene "decidido, paciente y respetuoso" en aras de un resultado exitoso. Sin un acuerdo a tiempo para su entrada en vigor el próximo 1 de enero, las relaciones comerciales entre la UE y Reino Unido pasarán a basarse en las reglas sobre aranceles y cuotas marcadas por la Organización Mundial del Comercio.