La historia del arte en Colombia ha sido narrada tradicionalmente a partir de cronologías, escuelas y nombres de algunos grandes artistas. No obstante, esta historia que suele tomar la forma de lo oficial abunda en lugares comunes, juicios de valor que restringen y excluyen.
Por ello, ediciones Uniandes publicó recientemente “Historias del arte en Colombia”, un libro que reconoce el fenómeno artístico en toda su amplitud y diversidad: arte rupestre, biombos, platos, esculturas, instalaciones, cuadros, instrumentos hechos en cerámica, entre muchas otras creaciones, que son las protagonistas de esta fascinante aproximación a la herencia artística.
El territorio que hoy es Colombia ha sido el escenario de obras magníficas desde tiempos remotos, y al fin un libro logra reunir y comprender sus historias.
Y es que la historia del arte en Colombia ha sido contada tradicionalmente en una narrativa que suele tomar la forma de lo oficial. Este recorrido por 21 obras, desde el pasado prehispánico hasta el presente, presenta, en cambio, relatos transversales que nacen de una reflexión colectiva y pedagógica entre profesores de la Facultad de Artes y Humanidades de la Universidad de los Andes.
De acuerdo con Olga Isabel Acosta Luna, profesora asociada del departamento de Historia del Arte de la Universidad de los Andes y una de las editoras, las narraciones de este libro se orientan a través de cuatro ejes: identidades, materialidades, migraciones y geografías, en los que se abordan temas esenciales para entender la amplia producción del arte en el territorio colombiano.
“Quisimos colocar en el libro una selección de algunos ejemplos de la historia de nuestro país, que abarca una temporalidad tan larga, algo que no se ha escrito desde los años 70 en Colombia. Tiene 13 autores, todos especializados en diferentes áreas del arte. La idea es proponer una nueva visión, mucho más novedosa y que responde al momento actual, porque se basa en el estudio de 21 casos de manifestaciones del arte en el país, que abarca desde el periodo prehispánico hasta hoy en día. El ejemplo más antiguo con el que contamos es de La Lindosa (Guaviare): unas pinturas rupestres que encontramos allí. También tenemos una videoinstalación de Clemencia Echeverri. Todos estos casos nos permiten leer diferentes facetas de la sociedad, entender los territorios, entender a los individuos; es como una especie de llamado que hacemos porque me parece que tenemos una deuda gigante con las comunidades afrodescendientes”, le dijo Olga Isabel Acosta Luna a EL NUEVO SIGLO.
“Encontramos un jaguar que tiene una esmeralda, que es una pieza prehispánica; también unos platos antiguos en Tunja y obras de artistas antioqueños de comienzos del siglo XX que hacen una reproducción de un relieve que significa el gusto y el deber en Colombia. Entonces, lo que tratamos de mostrar con esto es que hay obras que no solamente son de Bogotá y Antioquia, sino que obedecen a una serie de viajes e interconexiones”, resaltó la académica.
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Cuatro ejes
Además, cada tema se entreteje y enriquece con el diseño del libro, que recupera tipografías creadas por diseñadores locales o inspiradas en las obras de artistas colombianos. Este nuevo enfoque ofrece al lector una visión de Colombia más extensa y una idea más completa de cómo las sociedades se han relacionado con las creaciones. En esta ampliación de las fronteras, del conocimiento y territoriales, el lector se enfrentará a una selección en la que los autores sugieren “pensar Colombia no como esa república actual, sino como el apodo de un escenario de acción histórica”.
Entretanto, Juanita Solano Roa, profesora asistente del departamento de Historia del Arte de la Universidad de los Andes y otra de las editoras del libro, manifestó que a partir de la investigación del libro se percataron de que “no había un recurso igual al cual recurrir, algo que narrara todo lo que tiene que ver con la historia del arte de esos tiempos prehispánicos hasta el presente. Claro, ha habido muchas publicaciones, pero sobre todo de carácter muy especializado y este es un recurso que está dirigido a cualquier estudiante de la universidad. Cuando tuvimos el apoyo empezamos a trabajar con los profesores del departamento de Historia del Arte de la universidad y con otros profesionales invitados para hacer este libro multiautorial, y a buscar una nueva narrativa de lo que ha sido la historia del arte en Colombia, desde un punto de vista más horizontal, sin pretensiones de contarlo todo, sino más bien buscando una manera de entender la producción artística”.
Solano Roa afirmó además que “esta nueva manera de conocer la historia del arte en Colombia ha sido muy bien recibida e incluso estamos pensando en hacer una segunda reimpresión, porque han sido superpositivos los resultados y realmente creemos que es otra forma de pensar, una manera de ser más inclusivo en la historia que se ha narrado, teniendo en cuenta la problemática del presente, sin desconocer lo que se ha hecho anteriormente”.
Por su parte, otra de las editoras de este texto, la profesora de Arqueología Natalia Lozada Mendieta, relató que fue una experiencia “gratificante porque además de escribir los textos fue una labor de hormiguita, donde trabajamos varios colegas del departamento”.
“Soy arqueóloga especialista en arte precolonial prehispánico y digamos que esa fue la parte donde estuve aportando. Me parece que es muy importante dar a conocer la visión de otros periodos prehispánicos que le hablan al público; el libro habla por sí y eso es lo que se quería mostrar, un poco la identidad del pasado, sus artistas, ampliar la mirada, incluir otros nombres que no son los de siempre”, añadió la profesora.
Cabe destacar que este proyecto es posible gracias al apoyo de Credicorp Capital, en su compromiso con la responsabilidad social empresarial, y al trabajo de un equipo de expertos y profesionales que aportaron desde múltiples disciplinas para hacerlo realidad.