El pasado 5 de diciembre se instaló la mesa de concertación para definir el salario mínimo del 2023. Los actores involucrados, es decir, Gobierno, sindicatos y empresarios, tendrán como plazo máximo hasta el 15 de diciembre para destapar sus cartas sobre el porcentaje que cada uno considera debe aumentarse para el próximo año.
Se espera que hoy los sindicatos presenten su propuesta. Francisco Maltés, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), le dijo a EL NUEVO SIGLO que “la CUT, la Confederación de Trabajadores de Colombia (CTC) y la Confederación General de Trabajo (CGT) presentaremos una propuesta unificada de incremento salarial para el año entrante, así como varias propuestas de política económica que mantengan el poder adquisitivo de los colombianos”.
Productividad
Maltés agregó: “Vamos a plantear en esencia que la productividad que se debe tener en cuenta para el incremento salarial debe ser la de la fuerza de trabajo, no de todos los factores, una discusión que tenemos eterna con el Gobierno”.
Cabe recordar que el índice de productividad es uno de los pilares para establecer el incremento del salario mínimo cada año. Para el 2023 por decisión tripartita de gremios, sindicatos y el Ministerio de Trabajo, fue establecido en 1,24%.
La directora del DANE, Piedad Urdinola, sostuvo que a la mesa se llevó una medida mucho más refinada que la Productividad Total de los Factores: “trajimos la productividad total del trabajo, que es el que se asocia directamente a lo que estamos negociando, para lo cual se presentaron dos cifras: productividad laboral por hora trabajada, 0,67%, y la productividad laboral por persona empleada, que es de 0,8%”.
Según Maltés, entre las propuestas que presentarán en la mesa está “la revisión a la baja en las tarifas de energía, que han crecido el 67% aproximadamente. Además, hay que revisar la fórmula que permite calcular el precio del kilovatio”.
“De otra parte, vamos a plantear rebajar el precio de los medicamentos, pues pagamos más caro que en Estados Unidos y que Europa. Se debe revisar a la baja la tasa de interés que autoriza la Superfinanciera, que hoy le da el visto bueno a una tasa de interés del 38% en consumo, tres veces la inflación, eso no es posible”, añadió.
Por su parte, el vicepresidente de la Confederación de Trabajadores de Colombia (CTC), Ruggero Pérez, aseguró que “como centrales obreras, estamos tranquilos viendo una posición política del Gobierno que apunta a recuperar el salario de los trabajadores en Colombia”.
Discusión
EL NUEVO SIGLO consultó con fuentes del Ministerio del Trabajo, pero aún no se tiene fecha concreta de cuándo se presentará la propuesta por parte del Gobierno; lo único seguro es que debe ser antes del 15 de diciembre. De no llegar a acuerdo, se determinará por decreto antes de que finalice el año.
La discusión por el salario mínimo suele ser álgida y no siempre es fácil ponerse de acuerdo; prueba de ello es que en los últimos años el porcentaje del aumento se ha fijado por decreto. Sin duda este año puede tornarse aún más difícil, teniendo en cuenta la coyuntura del país, con una inflación en 12,53%, la más alta en dos décadas, y el desempleo, pues aunque ya llegó a un dígito, sigue siendo significativo el número de desocupados en el país.
Los colombianos han tenido que sobrellevar las alzas constantes de precios, en especial de los alimentos, aunque también en otros rubros como la ropa o la gasolina.
Por esto la mesa tripartita tendrá la tarea de presentar propuestas con el fin de contribuir a mantener el poder adquisitivo de los trabajadores, pero sin afectar la generación de empleos, así como sostener los que ya están.
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Desindexar productos
En este sentido, el Gobierno ha dicho que toma y seguirá tomando medidas para intentar que la inflación, que se espera siga creciendo para el otro año, no golpee tan fuerte el bolsillo de las familias.
El Ministerio de Hacienda dio a conocer una circular que informaba que, a partir del 2023, dejarán de estar atados al salario mínimo los incrementos que tengan “todos los cobros, sanciones, multas, tasas, tarifas y estampillas”. Estos estarán ligados a las Unidades de Valor Tributario (UVT) que con el pasar de los años crecen con relación al índice del IPC.
En el caso de las multas de tránsito, estas pasarán de ser valorizadas con el salario mínimo y ahora pasarían a hacerlo mediante la UVT. Según el Gobierno nacional, esta medida ayudaría a las personas que dependen del mínimo, ya que se espera que este año el incremento salarial sea del 14%.
Por su parte, la ministra del Trabajo, Gloria Inés Ramírez, anunció el pasado 5 de diciembre, cuando se instaló la mesa de discusión, que “nos han hecho llegar una lista de los productos y actividades que serán desindexadas del salario mínimo, podemos decirles que estamos desatando no solamente los 84 productos anunciados, sino que vamos por 200 actividades que son las que se trabajarán con mayor profundidad y al detalle. Nuestro objetivo es reducir el impacto inflacionario producto del incremento del salario mínimo”.
No debería subir más del 13,9%
En el contexto de la discusión sobre el aumento del salario mínimo, Fedesarrollo ha puesto sobre la mesa su propuesta de aumento con base en las estimaciones de la inflación al cierre de 2022 y el crecimiento de la productividad. De acuerdo con el director ejecutivo de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía, “la suma de una inflación esperada para 2022 de 12,3% y un estimativo de crecimiento de la productividad total de los factores de 1,2% indican que técnicamente el salario mínimo debería aumentar un 13,5% en 2023”.
En línea con esta propuesta de Mejía, la ANIF sugirió que el incremento del salario mínimo para 2023 ronde en una variación cercana al 13,9%.
“En medio de la necesidad de tomar una decisión técnica y responsable, el escenario base sobre la discusión de incremento del salario mínimo que pronosticamos en ANIF se compone de una inflación cercana al 12,5% y un crecimiento de la Productividad Total de los Factores de 1,4 puntos porcentuales”, sostuvo ANIF.
Un incremento mayor puede generar un aumento en los niveles de informalidad en el país, que resultan en un mayor número de personas con ingresos por debajo del salario mínimo.
Al respecto Anwar Rodríguez, vicepresidente del centro de estudios económicos de ANIF, sostiene que “debido a que más de la mitad (52%) de los trabajadores ganan menos de un salario mínimo, un incremento de los costos salariales por encima del ajuste por inflación y del aumento de la productividad puede imponer mayores barreras a la formalidad o incluso a la contratación”.