Lo que viene para la reactivación económica en 2022 | El Nuevo Siglo
El Gobierno espera un crecimiento de 4,3% de la economía para este año.
Diana Rubiano/El Nuevo Siglo
Sábado, 1 de Enero de 2022
Redacción Economía

Sin lugar a dudas los retos en materia económica para el 2022 del país son inmensos. Este nuevo año trae como respaldo un crecimiento pocas veces visto en la historia del país, jalonado por la reactivación luego del inmenso receso de 2020 a causa de la pandemia del covid-19.

Aunque durante 2021 hubo altibajos que pusieron en riesgo el crecimiento y la reactivación, el país tuvo la suficiente fuerza para cerrar con importantes números. Ahora, el reto es apuntalar el Producto Interno Bruto (PIB) y lograr mantener la senda de expansión económica similar a la que se tenía en 2019, cuando aún la enfermedad del coronavirus no había atacado al mundo y su economía.

EL NUEVO SIGLO hizo una lista de aquellos retos, los más importantes en materia económica, que serán el derrotero inexorable si se quiere hacer del PIB un bastión que genere el desarrollo social que aún está lejos de lograr.

Crecimiento económico cercano al 5%

Tras la previsión de crecimiento de 9,7% del PIB para el año pasado, y que para algunos empresarios, como el presidente del Grupo Bancolombia, Juan Carlos Mora, podría superar el 10%, la meta que el Gobierno estimó desde ya para este nuevo año es de 4,3%.

Con esa estimación, dice el ministro de Hacienda y Crédito Público, José Manuel Restrepo, se llegaría a un crecimiento estimado antes de pandemia, es decir, la economía se recuperaría de tal manera que dejaría atrás cualquier rezago producido por los cierres y restricciones de movilidad que se dieron por la llegada del covid-19.

Estas cifras son alentadoras, pero para algunos son bastantes optimistas. Por ejemplo, para Juan Pablo Espinosa, director de Investigaciones Económicas de Bancolombia, “en 2022 esperamos que nuestra economía avance a una tasa de 3,6%. Este es un valor que se asemeja más a las lecturas acostumbradas antes del choque del covid-19”.

En un informe en el que se analizan las perspectivas para este año, Espinosa explica que a nivel local, los estímulos que se desplegaron para mitigar las afectaciones socioeconómicas que trajo la emergencia sanitaria serán retirados. Además, tras jalonar la demanda agregada con fuerza en los últimos meses de 2021, el consumo privado tenderá a suavizarse.

Incluso, dicen que volver a experimentar crecimientos de un dígito frustraría las aspiraciones de avance acelerado. Sin embargo, esto también puede traer consigo beneficios que, si bien no son claros a primera vista, resultan determinantes en el mediano plazo. Entre ellos está evitar que se consoliden desequilibrios que puedan atentar contra la estabilidad económica y financiera. Asimismo, el desempeño de los sectores productivos será más equilibrado, ya que las actividades que más se afectaron por las restricciones sanitarias ganarán buena parte del terreno que perdieron.

Inversión pública y privada

Para el desarrollo de la economía es vital que la inversión crezca. En cuanto a la inversión pública, este año ese rubro será el más alto en la historia del país: $68,2 billones, un 16% más que la cifra de 2021. La directora del Departamento Nacional de Planeación (DNP), Alejandra Botero Barco, dijo que “es una respuesta solidaria con los colombianos más vulnerables, que busca generar empleo e impulsar la reactivación económica”.

Los aumentos de los recursos de inversión se concentraron en los sectores de Inclusión Social (21,1% del total incrementado), Minas y Energía (16,4%), Transporte (8,3%) y Vivienda (7,5%).

Aunque la cifra sea histórica, el alto gasto en Inclusión Social, en su mayoría subsidios tanto para empresas como para personas, pone a pensar si este dinero ayudará a la reactivación o solo será un instrumento para mantener las cifras de pobreza y desempleo en los niveles que se venían presentando antes de la pandemia.

En cuanto a la inversión privada, el reto de atraer inversionistas en medio de un proceso electoral, con la incertidumbre de las propuestas económicas de algunos candidatos, podría generar clima de negocios desfavorable.

“Otro elemento a considerar es que el estrés en la logística y en las cadenas de valor globales ha traído consigo escasez y aumentos de precios de insumos, así como de bienes de consumo y de capital. Este es un desafío especialmente notorio para la inversión privada, ya que pude conducir a una baja disponibilidad de maquinaria y de equipo productivo y de transporte”, señala Juan Pablo Espinosa.

Para el profesor de economía César Ferrari, una alta tasa de interés de referencia del Banco Central no es propicia para los inversionistas extranjeros, además de mermar la capacidad de consumo interno.



Vacunación y variantes covid

Sin duda alguna, una de las principales bases para el crecimiento del año pasado fue el proceso de vacunación. El lograr terminar el año con más de 64 millones 200 mil dosis aplicadas y más de 28 millones de esquemas completos, ayudó a recomponer el crecimiento económico del país.

Ahora, con la llegada de la variante ómicron y el espejo de Europa, donde diversos países han impuesto de nuevo medidas restrictivas, para el Gobierno es imperativo mantener el ritmo de vacunación, seguir aplicando las dosis de refuerzo y mantener los picos de contagio bajos.

Es clave que no se impongan medidas restrictivas a la movilidad, dentro de lo posibles, para poder mantener el rumbo del crecimiento.

Precio del dólar

Cerrar el año 2021 con un dólar a $3.981,16, fue una previsión que pocos analistas esperaban. Sin embargo, el análisis que se hace ahora apunta a que la divisa cotizará durante al menos la mitad de este año entre los $3.700 a $4.000.

Para Bancolombia, se espera que “durante los primeros dos trimestres de 2022 la tasa de cambio encamine una tendencia alcista, hasta alcanzar un promedio de $3.860 a mediados del segundo trimestre”.

Según el equipo económico de la entidad financiera, “son varios los factores que sustentan esta visión pesimista sobre el peso colombiano para la primera mitad de 2022. Entre ellos se encuentra el agitado periodo electoral, que traerá consigo alta incertidumbre y puede implicar retos similares a los observados este año en otros países de la región”. También está el endurecimiento de las condiciones financieras a nivel global, que podrían afectar al país con intensidad, teniendo en cuenta los altos déficits gemelos que aquejan a Colombia.

“Como consecuencia, la tasa de cambio tendría el próximo año una cotización promedio de $3.770 en nuestro escenario base”, indica el informe.



Balanza comercial

Según las últimas cifras entregadas por el Departamento Nacional de Estadística (DANE), la balanza comercial registró un déficit de US$1.519 millones en octubre de 2021. En ese mes las importaciones fueron de US$5.809 millones, lo que significó un crecimiento de 56,8% con respecto al mismo mes en 2020.

Un panorama que se ve desalentador si se tiene en cuenta la tendencia mundial por nuevas energías menos contaminantes, teniendo como base la alta dependencia de los hidrocarburos en nuestras exportaciones.

Para los expertos, se necesitan buscar otras alternativas de exportación de bienes y servicios, que reduzcan la dependencia del petróleo y combustibles fósiles.

Cambio de perspectiva

Para el Ph.D. en economía y profesor Titular de la Universidad Javeriana, César Ferrari, “lo más importante es comenzar a pensar en una nueva estructura productiva del país”. Esto en razón de que poco a poco se va a sentir una disminución de las demandas internacionales de hidrocarburos y de carbón.

“Eso significa que si el país no comienza a construir una nueva matriz productiva lo que va a suceder es que más adelante nos encontremos en una situación muy precaria en términos de balanza de pagos; recordemos que cerca del 60% de las exportaciones colombianas están dentro de hidrocarburos y carbón”, explica Ferrari.

Para el académico, “lo más probable es que en 2022 el crecimiento del PIB sea inferior al de 2021, posiblemente menor al de las tasas históricas pues la inversión se rezagará y será acentuada por la inestabilidad e incertidumbre que generan las elecciones presidenciales y el aumento de las tasa de interés”, concluye.