Aceptar para transformar | El Nuevo Siglo
Viernes, 3 de Febrero de 2023

Una de las claves para que los seres humanos evolucionemos es aceptar la vida con todo lo que trae. Esto no es tarea sencilla. Si lo fuese, otra sería la situación de la humanidad.

Hablar de aceptación es fácil; lo difícil es aplicarla en medio de la cotidianidad cuando las cosas no salen como queremos. Recibir aquello que anhelamos, con lo que hemos soñado o lo que hemos proyectado para nuestras vidas es una verdadera bendición. Es posible que en este momento estés recordando (volviendo a pasar por tu corazón) situaciones en las cuales se han cumplido tus deseos y te han generado profundos sentimientos de gratitud.

Agradecer es atestiguar la gracia, evidenciar los milagros diarios que se manifiestan en nuestras vidas y compartir la dicha de experimentarlos. Sin embargo, muchas veces -y por andar en automático- se nos puede olvidar dar gracias.  ¿Ya te agradeciste por tus logros de la semana? ¿Ya les agradeciste a tus más cercanos por las horas compartidas durante estos días, que te llenaron de gozo?  ¿Diste gracias al naranjo por el jugo del desayuno? ¿Al viento por refrescarte? ¿Al páramo por el agua que bebes?

Si se nos puede olvidar agradecer por aquello que nos favorece, parecería comprensible no agradecer por lo que no nos gusta. Ese es un error que podemos cometer con frecuencia, pues no poder ver la gracia en lo que nos sale al revés es dejar de aceptar la vida tal y como es. En ese momento entramos en la frecuencia de la lucha: esa es la trampa mortal para no evolucionar. Cuando estamos en contra de lo que nos sucede, porque no se satisfacen nuestros deseos ni se conforma nuestro ego, impedimos que la vida nos bendiga con su flujo. Es en ese momento en el que podemos ampliar nuestra consciencia y abrazar todo lo que emerge en medio de la incertidumbre, nos guste o no.

¡Claro que he experimentado contrariedad y frustración cuando las cosas no salen como quiero! He sentido rabia, miedo y tristeza, que no son negativas; sencillamente son, sin etiquetas, las cuales más que ayudar a integrar y trascender los momentos de tribulación los satanizan. Por supuesto que es sano pasar por esas emociones y luego dejarlas ser, dejarlas estar y dejarlas pasar, pues si nos quedamos anclados en ellas entramos en espirales de inconsciencia que complican aún más aquello que estemos viviendo.

Respirar conscientemente y agradecer por aquello indeseado nos permite ganar claridad en medio de la confusión, generar nuevas oportunidades y reconocer otros escenarios posibles para avanzar en la vida. Hoy te invito a aceptar tu existencia con todo lo que trae.  Es el primer paso para la transformación.

@edoxvargas