Paradigma
Navidad es mucho más que la conmemoración del nacimiento de Jesús; es también recordatorio de que una paternidad generosa es posible. Parte del drama que vivió San José fue saber que María estaba embarazada. En vez de repudiarla, como le era permitido por la ley, optó por aceptarla y por ser papá del hijo ajeno, así el otro, según el relato bíblico, fuera el mismísimo Espíritu Santo.
“Ni la distancia ni el tiempo podrán hacerme olvidar el angelito que por amor engendré”, le escribió desde la selva a su hija Viviana el coronel de la Policía, Edgar Yesid Duarte Valero, asesinado por las Farc tras 13 años de secuestro.
En contraste con esta noticia de Caracol, leo en El Tiempo: “Hace poco Felipe fue llevado por una tía a un hospital de Bogotá con quemaduras en sus manos. (…) los médicos se dieron cuenta de que además tenía una vieja fractura en una de sus piernas y cicatrices en la espalda; (…) el niño lloró tanto, que otros familiares descubrieron el maltrato”.
Literatura de horror las cifras navideñas del ICBF que dan cuenta de 105.471 casos de abuso contra menores de edad; pero la senadora Gilma Jiménez dice que son peores porque en Colombia estarían ocurriendo unos 2 millones de episodios.
Y ni qué decir de las de inasistencia alimentaria, un delito permanente que es maltrato infantil por negligencia, una forma de abandono muy cruel; y aunque la Ley colombiana define una pena de 16 a 72 meses en prisión para los papás que no cumplen, el proceso, por lento y engorroso, en las más de las veces se evita.
“Como homenaje de amor te hice este cuaderno que espero guardes como un tesoro (…) que te haga recordar cada vez que veas a tu lejano y difuso padre, (…)”, escribió el coronel Duarte, quien en cada página se revela como un paradigma de papá, pese a no estar de cuerpo presente para Viviana.
“Yo creo que él lo que buscaba era educarme a medida que iba creciendo; cada valor que quería enseñarme, cada norma, todo lo que pensó en decirme en persona lo escribió y lo dibujó en estas hojas”, dijo Viviana a Caracol.
Mientras, en esta Colombia sin cadenas “la mano que acaricia, es la mano que golpea” como dice una de las actrices de Pasarella, la más reciente obra de Patricia Ariza, presentada por ONU Mujeres como parte de la campaña Únete para poner fin a la violencia contra las mujeres.