Alfonso Orduz Duarte | El Nuevo Siglo
Sábado, 27 de Diciembre de 2014

A TRAVÉS DEL TEODOLITO

Real Politik

La  historia del mundo en la segunda mitad del siglo XX tuvo episodios que hasta que no se sucedieron se creía que jamás podrían ocurrir. El mundo fue testigo de la guerra que organizó Mao Tse-tung en la China, en donde con paciencia oriental, logró apoderaras del país entero, expulso a Chang Kai Shek  del territorio y lo obligó a establecerse en Taiwán, Formosa, en donde con el visto bueno de buena parte del mundo estableció el gobierno que había estado al mando de la China pero que no contaba con la China Continental. Se creó la República Popular China, bajo  Mao orientador de la guerra que expulsó a Chank Kai Shek quien no quiso dejar de ser el emperador de la China: la situación paradójica pues la gran masa de chinos así como la extensión de la China inmensas. La realidad, desconocida por muchas potencias mundiales entre ellas los Estados Unidos, reconoció como gobierno legítimo el de Formosa con lo cual había la negación de un hecho protuberante el cual además comenzó a perfilarse como una gran potencia por la perseverancia y trabajo de sus ciudadanos.

En el año de 1972 luego de algunas conversaciones secretas Nixon realizó una visita oficial a la República Popular de China durante la cual se pactaron con Mao los principios del restablecimiento de relaciones diplomáticas y el reconocimiento del hecho histórico de un país con más de mil millones de habitantes que estaba gravitando sobre la vida no solamente de Asia sino del mundo entero. Luego de conversaciones para concretar los términos del reconocimiento que obviamente incluían el desconocimiento del régimen de Formosa, solamente en 1977 se concretó el acuerdo el cual sigue vigente hasta nuestros días.

Alemania como acuerdo entre las grandes potencias para después de la II Guerra Mundial quedó  dividida en dos. Una que fue la República Federal de Alemania, alineada con el mundo occidental y la Deutsche Demokratische Republik, país bajo la tutela, si así puede llamarse ser comunista y acatar todas las insinuaciones si no se pueden llamar órdenes de la  URSS. El único bastión, Berlín, antigua capital que quedó dentro de la zona territorial de la DDR;  bajo un régimen sui generis, la administración de las cuatro potencias vencedoras; en cuatro zonas bajo el manejo de Inglaterra, Francia, Estados Unidos y la Unión Soviética. Los suministros y visitas tenían una manera muy peculiar de ser atendidas.  La real politik, que ha sido una manera de la diplomacia alemana  desde el XIX, es muy controvertida pues se dice que es maquiavélica, oportunista y con falta de consistencia ideológica, reconoce los hechos según le convenga al país  Fue así como Willy Brandt en 1970 proclamó esta actitud alemana para que fuera aplicada a la DDR; es decir reconocer el hecho de un país vecino. Se concretó el reconocimiento de la DDR por parte de la RFA.  Así convivieron hasta 1988 cuando el muro de Berlín fue derribado y se unificaron los dos países en uno solo.

He traído a la memoria estos dos acontecimientos mundiales a raíz del acuerdo entre Cuba y EE.UU. Uno de estos países motu proprio no puede seguir desconociendo la existencia del otro. En estas condiciones lo mejor fue lo anunciado: ponerse de acuerdo e iniciar unas relaciones positivas y creadoras. Creo que todo el continente aplaude esta nueva manifestación de la política: la real politik.