Alfonso Orduz Duarte | El Nuevo Siglo
Sábado, 24 de Enero de 2015

¿Inevitable confrontación Islam-Occidente? (I)

 

Los grandes y pequeños conflictos a través de la historia se han movido originados fundamentalmente por una de tres causas: la incompatibilidad de intereses, el choque de idearios políticos o religiosos y la pretensión de imposición de grupos étnicos que se consideran superiores a otros o al resto de la humanidad.

Del panorama de conflictos contemporáneos la guerra fría es de aquellos que se clasifican dentro del choque de idearios políticos; el simple hecho de la desaparición del muro de Berlín con todo lo que ello ha significado, no demuestra que el hombre haya renunciado a imponer por la fuerza su ideal de sociedad que es en últimas el objeto de las ideas políticas. La situación que se vive en Haití en la cual un grupo se impone sobre otro, la autorización del Consejo de Seguridad a imponer el concepto de democracia en ese país es también un choque entre concepciones diferentes de la organización social. ¿Y cómo podríamos clasificar lo que está sucediendo en Ruanda en donde existe una rivalidad étnica entre los tutsis y los hutus, cada uno de los cuales se cree superior al otro, sino como el de la pretensión de la imposición de un grupo étnico sobre otro? En la antigua Yugoslavia se les ha negado el derecho a las minorías musulmanas, por los serbios, se les condena a ser esclavos por el simple hecho de ser musulmanes.

La I Guerra Mundial quiso definir un conflicto de intereses como era el del derecho a ser líder en Europa entre la Alemania del Kaiser o la Gran Bretaña Brooke. La II Guerra Mundial se desató para definir una cuestión de superioridad racial a partir de la creencia de Hitler con respecto a la superioridad del pueblo alemán. Las Cruzadas que se inician en el siglo XI bajo Urbano II, con el lema “Dios lo quiere”, convocan al mundo cristiano de la época en contra del Islam a la sazón en poder de los lugares santos.

Ninguno de los tres grandes causantes de conflictos y choques a través de la historia ha desaparecido; lo que no se ha dado hasta ahora es que las tres causas se junten y las tres puedan llegar a constituir el detonante de una guerra de características desconocidas hasta el presente. Los analistas, a partir de hechos históricos y de lo que está sucediendo en el mundo, prevén un conflicto entre el Islam y Occidente. En Europa los musulmanes bosnios están siendo brutalmente exterminados por los cristianos serbios, ante la mirada indiferente de Occidente; en Armenia los cristianos han golpeado a los musulmanes, en el Medio Oriente se matan entre judíos y musulmanes, en la India se quejan de la brutalidad del Ejército en Cachemira y de la destrucción de la mezquita Ayodhya en 1992. Todos estos acontecimientos que han golpeado al Islam los lleva fácilmente a la creencia de que el mundo está en su contra. El Islam no es solamente comulgar con unas determinadas creencias que comprometen a la conciencia del creyente, sino que trasciende la frontera de éste y condiciona su comportamiento político. De ahí que los regímenes del Islam puedan ser llamados gobiernos teocráticos. Como ejemplo se puede mencionar a Irán con la llegada de Khomeini, cuya desaparición no ha cambiado la actitud y los principios del régimen.