LA SEMANA que arranca a partir de hoy en el Congreso de la República, será clave para la discusión del Presupuesto General para la Nación de 2025. Debido a que han surgido una serie de desacuerdos entre los congresistas de las comisiones conjuntas económicas y el Gobierno nacional.
Las células legislativas que discuten el rubro del próximo año, vienen manifestando de manera reiterativa que la intención del Gobierno al plantear un presupuesto por $523 billones de pesos al cual le incluyó una ley de financiamiento equivalente a $12 billones, es desacertada.
Dicha propuesta, puso a los congresistas de las comisiones terceras y cuartas muy inquietos porque se trata de una cifra que el Gobierno pretende conseguir por recaudo tras reconocer que no la tiene. Así las cosas, desde el Congreso se advierte que el monto lo determinará el legislativo y que no va a admitir condicionamientos del Gobierno, esta cifra se conocerá antes del 15 de septiembre.
Rifirrafe en el Congreso
EL NUEVO SIGLO, consultó con varios congresistas al respecto, y frente a la discusión el senador Miguel Uribe del Centro Democrático explicó que “la desfinanciación del presupuesto le da argumentos al Gobierno para que justifique una Reforma Tributaria. Es evidente que el desfase está en 26,6 billones de pesos y 40 billones de pesos, y debe ser recortado el gasto, porque de lo contrario habrá recortes en inversión como sucedió en 2024”.
Del mismo modo, mencionó que “no podemos olvidar que la primera Reforma Tributaria del 2022 hizo a Colombia el país menos competitivo de la OCDE y uno de los menos competitivos de la región en materia tributaria. Lo que ha generado desinversión, fuga de capitales, y eso lo que implica es menos inversión y menos recaudo. Por eso, condicionar la aprobación de la Reforma Tributaria es una extorsión. La responsabilidad de resolver los problemas es del Gobierno, y no puede condicionarse a una reforma si además las medidas que pueden tomar las pueden financiar con el presupuesto actual o incluso con las fuentes actuales de financiación, no es necesaria una reforma tributaria adicional”.
“La última Comisión de Expertos Tributarios, explicó que la baja inversión tiene una relación negativa en la tributación y en efecto, el incremento de los impuestos de 2022 generó que la inversión en 2023 cayera 18% y en los primeros seis meses de 2024 se contrajera un 5,3%. En lugar de imponer una reforma tributaria para justificar gastos excesivos, el gobierno debe estimular la economía y generar ingresos”, dijo el senador.
Por otra parte, el presidente Gustavo Petro criticó al Efraín Cepeda por pretender tumbar la ley de financiamiento señalando “qué paradoja, lo que dice el presidente del Congreso, es que tiene lo votos para hundir la ley de financiamiento, que permite que todas las empresas bajen su impuesto de renta corporativa”.
Ante ello, Efraín Cepeda del Partido Conservador explicó a Gustavo Petro que “en el Congreso estamos esperando que presente un presupuesto ajustado que podamos discutir responsablemente y sin presiones. Algo tan trascendental para el país exige mucha responsabilidad. En el Congreso no estamos pensando en empresas que hagan parte de un gremio u otro, sino en la conveniencia general del país y sobre todo en la reactivación económica. Le recalco que en el presupuesto no pueden estar los 12 billones de una reforma tributaria que no conocemos. Eso se debe discutir por separado, escuchando a todos los sectores. No están los votos para aprobar esos $12 billones a ciegas”.
En ese orden, el representante del Centro Democrático, Carlos Edward Osorio, afirmó que “en honor a la verdad, no es muy preciso decir que la próxima semana, se hundirá una Ley de Financiamiento que a la fecha no ha presentado el Gobierno. Pero lo que sí haremos antes del 15 de septiembre conforme lo prescribe el artículo 56 del Estatuto Orgánico del Presupuesto, es definir el monto del Presupuesto General de la Nación (PGN) para el 2025. Aprobar el monto de 523 billones de pesos, como desea y espera el Gobierno, es decirle al País, que el Congreso aprobará una nueva reforma Tributaria, tan regresiva como la del año 2022, que condujo a que la economía creciera en el 2023 apenas un 0,6%, lo que es prácticamente a un estado de ‘recesión’.