Colombia configura su propia película al terminar año, con acontecimientos saturados de incertidumbre, frente al inmediato futuro. Sobresale más lo negativo que lo positivo.
Están en escena, economía, desempleo, justicia, educación, orden público y primera fila, con actores discutiendo y confrontando, entre lo bueno y lo malo.
En la primera parte, la economía descuadrada, está fatigada, al buscar financiación para 2019, de acuerdo con proyecto agitado, en debate entre Gobierno y Congreso.
El guion central del país es controvertido en ajuste tributario, con Ley de Financiamiento, y matemáticas cortas; solo alcanzan para obtener 7 billones, y no 14. Por eso hay fatiga e inseguridad, sobre el rumbo de la nación.
Se espera que el Iva no llegue a la canasta familiar; y se duda de la promesa de retirarlo, después de tantas propuestas. Ojalá la Ley de Financiamiento imponga gravámenes arriba y no abajo. De igual forma, que las imposiciones sean para quienes evaden o eluden.
La escena se agita con desempleo en octubre de 9,1 por ciento, equivalente a 2 millones y medio de personas. Las centrales obreras reclaman ajuste en salarial básico, superior a 10 por ciento. Con cinturón apretado, el Gobierno ofrece solo 4 por ciento.
Otro capítulo es la Reforma a la Justicia, que según magistrados, requiere tiempo y análisis con estudio, en por lo menos tres meses más. Por dentro y por fuera, los juristas forcejean más, con la palabra que con decisiones.
A la película se unió la reclamada designación de Fiscal ad hoc, tras la investigación alrededor de sobornos Odebrecht y la esperada defensa de Martínez Neira, que requiere pruebas.
Es el espectáculo de la película escenificada en los últimos 30 días, con intimidad de sobornos y, destape de verdades después de mentiras; Se asegura que aparecerán personajes que no han figurado.
La financiación a educación pública se anuncia, pero no se ve su consolidación para creerla. Sobre el papel, el Gobierno repite la buena intención al ofrecer billonada, sin recibir credibilidad.
Otra cosa: el vandalismo, en dos meses de protestas. La evidencia, está en ataques a transporte público, estaciones y daños a edificaciones particulares, a punta de detestables rayones.
Mientras tanto, la justicia tiene escenas, en la -JEP-, llamando a disidentes y exguerrilla, para definir, si responden como se comprometieron en Acuerdo de Paz, o están más cerca de Venezuela.
Y el Eln, alejado y mañoso, sigue con oídos tapados; Difícil negociar con portadores de un viejo libro, con trasnochada ideología para expertos en accionar explosivos contra oleoductos.
Esta película, blanco y negro, cierra en lo oscuro del conocido personaje guardando millones en bolsas; el delito no es recibir dinero, sino ocultar el origen.