CAMILO HERRERA MORA* | El Nuevo Siglo
Sábado, 7 de Diciembre de 2013

Manipulación mediática

 

Sin  lugar a dudas es difícil saber con certeza que pasó en el Carulla de la 85 en Bogotá la noche del 30 de noviembre, pero el video que está dando vueltas por los medios deja mucho que pensar. Hoy filmar un acontecimiento es muy fácil o tomar fotos de una situación, porque tenemos la tecnología, pero no la capacitación editorial para hacer de periodistas y publicar una información sin validación ni contexto.

El video muestra claramente cómo el equipo de seguridad no deja salir a la pareja, y después de muchos maltratos verbales y empujones mutuos, el guardia golpea con fuerza al hombre y le rompe la nariz; lo cual seguramente tiene que ver con la provocación en la que estaba, más esto no excusa que haya hecho eso, y seguramente será estudiado el caso (ver https://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=pkbNe-4W2c8). Pero las cosas no encajan; y surgen las preguntas ¿por qué no los dejan salir? Según las versiones porque la mujer se había vomitado en el establecimiento; esto no es razón para no dejarla salir, porque es común que eso ocurra y todos los almacenes en Colombia deben estar preparados para eso. Este el típico caso de la verdad a medias, que se filtra a los medios para hacerle daño a una institución, que a simple vista es culpable de la situación, pero al analizar los hechos, no pasará de ser una pelea entre dos personas que se salió de control y donde Carulla no tiene nada que ver. ¿Por qué alguien está grabando? Si la persona es amiga de la pareja, bien se puede pensar que era algo premeditado o que estaban buscando tapar algo; si no lo era, se puede pensar que es alguien que desea mostrar la historia por puro interés o por motivaciones económicas; lo sorprendente es que los medios le hayan dado espacio sin conocer toda la historia y haber hecho la reportería necesaria.

Cada vez más los medios de comunicación son manipulados por terceros con intereses o sin ellos, y por la necesidad de comunicar primero, dejan atrás la veracidad de los hechos afectando la vida y honra de personas e instituciones; esta manipulación mediática la hemos visto con el Esmad e inclusive también puede ser el caso reciente en Andrés Carne de Res. Los medios están perdiendo su profesionalismo y la gente les está quitando el espacio de comunicación usando la tecnología sin ninguna ética; es momento de reflexionar y quizá sentar un fuerte ejemplo de las consecuencias de comunicar públicamente verdades a medias.

Colombianada. En el país sigue cogiendo fuerza la idea que los buenos son malos.

@consumiendo

*Presidente de Raddar