EL ASESINATO de seis rehenes israelíes con un tiro de gracia en la nuca propinado por integrantes de Hamás que los mantenían en su poder hace 11 meses no sólo confirma la teoría del premier Benjamín Netanyahu, que solo la eliminación de ese grupo terrorista posibilitará la paz en la Franja de Gaza, sino que reactivará su ofensiva para rescatar, sanos y salvos, al centenar de compatriotas privados de su libertad.
Desde que inició el pasado 8 de octubre la respuesta militar, en uso de la legítima defensa, al mortífero ataque de Hamás que segó la vida de 1.200 israelíes, la mayoría participantes en un festival musical en el sur de Israel, el premier conservador Netanyahu se fijó dos objetivos tan claros como contundentes: eliminar a las cabezas visibles del movimiento islamista, responsables de la inédita embestida en su territorio y devolver a casa a los rehenes.
En el primero de ellos ha avanzado, con la muerte en bombardeos de varios de ellos, incluido su jefe político, Ismail Haniyeh (blanco en Teherán) mientras que en el segundo, dispuesto como ha estado a realizar una tregua bajo condiciones claras, tal cual lo hizo meses atrás a cambio de la liberación de algunos de los rehenes, enfrenta hoy el enorme reto de la radicalización de los terroristas que pretenden ahora el retiro militar total, lo que de suyo es una estrategia para reamarse y reubicarse tras los golpes asestados por el gobierno de Tel Aviv.
Según información oficial, los asaltantes de Hamás tomaron como rehenes 251 personas en el sur de Israel, sin importar edad, sexo ni condición. En la tregua de siete días en noviembre en noviembre, liberaron a 113 (la mayoría mujeres y niños) y repatriaron 19 cuerpos. Tras el asesinato el domingo de seis, quedan 113 en algún lugar de la Franja de Gaza y, de ellos, según el ejército israelí, 33 estarían muertos.
Netanyahu, presionado dentro y fuera del país para que logre un acuerdo con Hamás que permita un cese al fuego, inicialmente temporal que permita el regreso de un grupo de rehenes y la asistencia humanitaria a lo gazatíes atrapados en esta guerra sin cuartel, tal cual lo establece la iniciativa presentada por el presidente estadounidense Joe Biden, explicó que si bien se ha mostrado dispuesto a alcanzarlo, ha sido ese grupo terrorista con su constante cambio de exigencias que lo ha obstaculizado.
Mientras en la capital israelí se realizaba por segundo día consecutivo una multitudinaria manifestación ciudadana para condenar el asesinato de seis rehenes el domingo y exigir al gobierno un acuerdo que permita el regreso a casa, sanos y salvos de sus compatriotas, el premier “Bibi” informó que “esos asesinos ejecutaron seis de nuestros rehenes de un balazo en la nuca” y fueron hallados en uno de los centenares de túneles que hay en la Franja de Gaza.
El dirigente israelí pidió "perdón" a los familiares de estas nuevas víctimas "por no haberlos traído vivos. Estábamos muy cerca, pero no lo conseguimos…Hamás pagará un precio muy, muy caro por estas muertes” e instó a la comunidad internacional a aumentar la presión hacia Hamás para poner fin a la guerra, al tiempo que explicó que el acuerdo ha sido imposible porque "nosotros decimos sí y ellos dicen todo el tiempo no…Hamás debe hacer concesiones", insistió.
El corredor de Filadelfia
Netanyahu agregó es irrenunciable la presencia militar israelí en el corredor Filadelfia que separa la Franja de Gaza de Egipto, uno de los principales escollos para un acuerdo con Hamás.
"Tres de los objetivos de la guerra pasan por un sitio: el corredor Filadelfia", afirmó en rueda de prensa con periodistas nacionales e internacionales, recordando así mismo que sus objetivos son eliminar a Hamás, el regreso de todos los secuestrados, garantizar que Gaza no supone una amenaza y el regreso de la población al norte de Israel.
"Es la vía de oxígeno y de armamento para Hamás. Cuando nos marchamos de Gaza y del corredor Filadelfia, la frontera entre Gaza y Egipto, no había ninguna barrera para la entrada en masa de armamento y de maquinaria para la producción de armas y excavar túneles, todo con el patrocinio de Irán", explicó Netanyahu frente a un mapa de la Franja de Gaza para explicar la importancia estratégica de la frontera.
El dirigente israelí insistió en que "si no tenemos el corredor, se crea un monstruo" y, al revés, "el eje del mal necesita el corredor Filadelfia y por esa misma razón tenemos que controlarlo.
Cargó, además, contra la oposición a su gobierno, que le exige llegar sin miramiento alguno a un acuerdo para la liberación de los rehenes. Por ello, instó a la "unidad" para lograr la victoria en la "guerra" contra el "cruel enemigo que quiere destruirnos a todos".
En esa misma línea recordó que "estamos en medio de una guerra existencial contra el eje del mal y la primera condición para ganar es la unidad. Tenemos que unirnos como un solo hombre contra el cruel enemigo que quiere destruirnos a todos, sin excepción".
El ministro de Finanzas y líder del partido ultraderechista israelí Partido Sionista Religioso, Bezalel Smotrich, y el ministro de Seguridad Nacional y líder del partido ultraderechista Poder Judío, Itamar Ben Gvir, respaldaron la postura de Netanyahu sobre el corredor Filadelfia.
Smotrich destacó que Netanyahu "se mantiene firme frente a nuestros enemigos y manda un mensaje claro a la gente en Israel y en todo el mundo…Ha dicho cosas simples con las que se identifica cualquier israelí que quiera vivir con seguridad".
Por su parte Ben Gvir subrayó que la derrota completa de Hamás es una necesidad, “por lo que no debemos acceder a un acuerdo imprudente y marcharnos del corredor Filadelfia. No debemos ceder en otros principios que garantizarán nuestra victoria en la guerra. Es el momento de incrementar la presión militar sobre Hamás y que paguen un alto precio por el asesinato de nuestros rehenes".
Ambos dirigentes anticiparon que dejarán caer al gobierno si Netanyahu cede y firma un acuerdo que ponga fin a la guerra, bajo las condiciones que pretende el grupo terrorista palestino.
Otro día de ‘ira’
El asesinato de los rehenes informado por el gobierno israelí el domingo desencadenó una ola de indignación hacia éste, acusándolo -al igual que lo hiciera horas después el presidente Joe Biden- de no haber hecho lo suficiente para llegar a un acuerdo que los hubiera liberado, junto al resto del grupo.
Ante la pregunta de un periodista en la Casa Blanca sobre si el dirigente israelí estaba haciendo lo suficiente para conseguir el acuerdo, Biden respondió: "No".
"El presidente Biden está devastado y ofendido por este crimen, y reafirmó la importancia de que los dirigentes de Hamás sean responsabilizados por ello", señaló un comunicado de la Casa Blanca al terminar el encuentro.
Biden y la vicepresidenta Kamala Harris fueron informados por los negociadores sobre cómo avanza la propuesta presentada por Estados Unidos, Catar y Egipto, añadió el comunicado.
Harris, quien en las elecciones de noviembre buscará suceder a Biden en la presidencia, declaró que el asesinato de los seis rehenes fue "un acto bárbaro y brutal de Hamás".
"Los dirigentes de Hamás pagarán esos crímenes. Hace tiempo que se requiere de un cese el fuego y un acuerdo para liberar a los rehenes. Tenemos que hacer que los rehenes vuelvan a casa y poner fin al sufrimiento en Gaza", escribió la vicepresidenta en un mensaje en X.
Entre tanto, en Tel Aviv, miles de personas se manifestaron ayer de nuevo y por segundo día consecutivo para exigir acciones que permitan el regreso de los secuestrados en Gaza.
Uno de los puntos más concurridos fue la residencia oficial de Netanyahu en Jerusalén, donde al menos diez manifestantes fueron detenidos en medio de las protestas, en las que se incendiaron barricadas al grito de "No habrá rutina sin acuerdo", según informó ‘The Times of Israel'.
También hubo manifestación en la residencia del premier israelí en Cesarea, al norte de Tel Aviv, con participación de activistas que asistieron a los funerales por alguno de los seis rehenes asesinados. "¡No queda tiempo! ¡Traedlos a casa!", fue la consigna en este lugar.
Las movilizaciones callejeras se produjeron pese a la decisión de un tribunal de Tel Aviv, de prohibir la convocatoria a huelga general realizada por el principal sindicato del país para intentar forzar un acuerdo con Hamás.
El ministro de finanzas, Smotrich, festejó esa decisión porque "no es posible dañar la economía israelí y servir así a los intereses de (el líder de Hamás en Gaza, Yahya) Sinwar y Hamás".
Netanyahu sigue inamovible en sus objetivos, especialmente en rescatar los rehenes sin hacer grandes concesiones a Hamás, un nudo gordiano que con su experiencia política e inteligencia militar podrá deshacer.