En 2024 se recaudaron $2,2 billones por concepto de los impuestos saludables | El Nuevo Siglo
EN MÉXICO se ha demostrado que el impuesto redujo 7,6% anual las compras de bebidas azucaradas.
Martes, 14 de Enero de 2025
Redacción Economía

LOS IMPUESTOS saludables fueron creados por el artículo 54 de la Ley 2277 de 2022, su objetivo es gravar las bebidas azucaradas y los alimentos ultraprocesados con alto contenido de azúcares añadidos, sodio o grasas saturadas.

La creación de estas medidas busca, principalmente, disminuir el consumo de estos alimentos y bebidas al aumentar el precio final para los consumidores. Estos impuestos entraron en vigor en 2023, con tarifas progresivas para estos dos impuestos. En ambos casos, este año aumenta la tarifa, por lo cual los consumidores nos enfrentaremos a un “nuevo” impuesto en 2025.

Los impuestos saludables son impuestos al consumo, de manera que el periodo gravable es bimestral. Es decir, si bien las empresas los incorporaron en los precios a partir de noviembre de 2023, cuando entraban en vigor, no fue sino hasta enero que se pagaron esos impuestos a la DIAN. Así, el recaudo de estos impuestos comenzó a registrarse a partir de enero de 2024.

Desde enero hasta noviembre de 2024 (última información disponible) se recaudaron $2,2 billones por concepto de los impuestos saludables: $288.000 millones por las bebidas azucaradas y $1,9 billones por los alimentos ultraprocesados. Esto significa que hasta noviembre de 2024 estos impuestos aportaron cerca del 1% del recaudo total ($249 billones).

El recaudo por estos impuestos está explicado, naturalmente, por la cantidad de personas que consumen los productos que están gravados. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Calidad de Vida del DANE, en 2023, 34 millones de personas, con 2 o más años consumieron bebidas azucaradas. Por su parte, 28 millones de personas consumieron alimentos de paquete (que pertenecen a la categoría de alimentos ultraprocesados). Esto representa el 65% y 53% de la población colombiana, respectivamente, evidenciando que no es menor la cantidad de personas que consumen este tipo de productos.

Como ya se mencionó, con la creación del impuesto el Gobierno buscaba principalmente desincentivar el consumo de estos bienes. La evidencia sugiere que son efectivos y sí se cumple el objetivo. En efecto, los dos primeros años después del establecimiento del impuesto. Igualmente, en Chile el impuesto se ha asociado a una reducción de 3,4% en el volumen mensual promedio comprado por los hogares en bebidas azucaradas. En Colombia el impuesto aún es reciente para determinar su efecto sobre el consumo.

Y a la inflación, ¿cómo la afecta?

En su momento, el Ministerio de Hacienda publicó un comunicado con las estimaciones de los efectos del impuesto saludable sobre la inflación total, los cuales la afectarían en 0,21 puntos porcentuales (pp) en 2023, 0,11 p.p. en 2024 y 0,12pp en 2025.

La cartera de Hacienda había explicado que la medida solo afectaba a 21 artículos de los 443 que componen la canasta básica del índice de precios al consumidor, por lo que el choque era relativamente bajo. Además, alimentos importantes para la canasta básica como verduras, frutas, leche, carne, huevos, pescado y pan no están sujetos a ser gravados.

Así, la variación mensual de la inflación de noviembre de 2023 de las frituras aumentó 5,08%, por encima del 0,77% registrado en octubre de ese año y del 0,8% registrado en noviembre de 2022. Así mismo, la inflación mensual de las gaseosas aumentó 3,29% en noviembre, por encima del 0,22% registrado en octubre de 2023 y 1,85% de noviembre de 2022. En términos generales, la inflación mensual de alimentos decreció 0,45% en noviembre de 2023, luego de haber crecido 0,20% en octubre de ese mismo año y 1,20% en noviembre de 2022.

Esto permitió entrever que, si bien parece haber habido un efecto del impuesto en la inflación una vez entró en vigor la ley en 2023, éste habría sido relativamente bajo. En línea con eso, se espera que el incremento adicional de las tarifas que comenzó a regir a partir de 2025 tenga un efecto limitado en la inflación de alimentos y, por ende, en la inflación total.