El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prometió ayer “ajustar cuentas” con el movimiento islamista palestino Hamás, con el que está en guerra en la Franja de Gaza, después de que el ejército recuperara los cuerpos de seis rehenes en un túnel del territorio palestino.
“Quienes matan a rehenes no quieren un acuerdo” para alcanzar una tregua en Gaza, afirmó Netanyahu en un comunicado, en el que advirtió, aludiendo a los líderes de Hamás: “los perseguiremos, los atraparemos y ajustaremos cuentas”.
Netanyahu está bajo presión y la central sindical de Israel Histadrut convocó una “huelga general” para forzar al gobierno a llegar a un acuerdo para liberar a los rehenes.
También el líder de la oposición israelí, Yair Lapid, y las familias de los rehenes llamaron a un paro.
El Ministerio de Salud de Israel informó que los resultados de la autopsia indican que los rehenes murieron por impactos de bala a corta distancia entre el jueves y el viernes.
Un mando del movimiento islamista palestino, que habló bajo condición de anonimato, afirmó que varios rehenes murieron “por disparos y bombardeos de los ocupantes israelíes” y que algunos de ellos formaban parte de la lista de la organización de personas que serían liberadas durante la primera fase, si se concreta un acuerdo para un alto el fuego.
El presidente estadounidense, Joe Biden, señaló que entre los cuerpos recuperados estaba el del israelí-estadounidense Hersh Goldberg-Polin y dijo estar “devastado”, pero que mantiene el optimismo sobre la posibilidad de una tregua.
Goldberg-Polin, de 23 años, fue uno de los 251 rehenes tomados por milicianos de Hamás en su ataque del 7 de octubre en el sur de Israel, que desató la actual guerra en Gaza.
Los otros cinco rehenes recuperados fueron identificados por el ejército israelí como Carmel Gat, Eden Yerushalmi, Alexander Lobanov, Almog Sarusi y el sargento Ori Danino.
El ejército israelí lanzó una gran operación el miércoles en Cisjordania ocupada, con bombardeos e incursiones de blindados en Yenín, Naplusa, Tubas, Tulkarem, y en campamentos de refugiados, donde los grupos armados que combaten a Israel tienen una fuerte presencia.
Según el Ministerio de Salud de la Autoridad Palestina, el ejército israelí mató a al menos 24 palestinos en Cisjordania desde el miércoles.
La policía israelí informó que tres de sus efectivos, dos hombres y una mujer, murieron el domingo “en un tiroteo” tras un ataque en el retén de Tarkumiya, cerca de Hebrón.
El ejército israelí informó durante la tarde que abatió al atacante responsable del tiroteo.
Este ataque no fue reivindicado, pero Hamás lo consideró “una respuesta natural a las masacres contra el pueblo palestino”.
En Gaza, pese a los estragos de la guerra entre las fuerzas israelíes y Hamás, comenzó una campaña de vacunación contra la polio.
“Es absolutamente necesario que se les vacune”, declaró Ghadir Haji, mientras la familia esperaba en la cola de vacunación en la clínica del campo de refugiados de Al Zawayda.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmó que Israel aceptó implementar “pausas humanitarias” durante tres días en varias partes del territorio para facilitar la campaña.
Netanyahu, sin embargo, aclaró que estas “pausas” no constituyen “un alto el fuego”.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, estimó por su parte que, para los niños de Gaza, “la mejor vacuna (...) es la paz”.
El objetivo es inmunizar a más de 640.000 niños menores de 10 años.
En Ciudad de Gaza, un bombardeo israelí contra un grupo de policías en una escuela que alberga a desplazados palestinos dejó al menos 11 muertos, afirmó el portavoz de la Defensa Civil del territorio.
La guerra en Gaza, que sumió a los 2,4 millones de habitantes de ese territorio en una situación humanitaria catastrófica, se desencadenó el 7 de octubre.
El ataque del 7 de octubre de los combatientes de Hamás en Israel provocó la muerte de 1.205 personas, en su mayoría civiles, según un recuento de la AFP basado en cifras oficiales israelíes.
En respuesta, Israel prometió destruir Hamás y lanzó una vasta ofensiva de represalia que ya ha dejado 40.738 muertos en Gaza, según el Ministerio de Salud del territorio.