CARLOS ALBERTO ESTEFAN UPEGUI | El Nuevo Siglo
Viernes, 12 de Julio de 2013

Los agroquímicos

 

Proteger  los intereses de la industria nacional para la comercialización de plaguicidas y agroquímicos, mediante el estricto control a la aplicación de normas sanitarias, ambientales y de salud, y desplegar programas de vigilancia para la disposición de los envases de estos productos, es una labor que debe intensificarse en Colombia bajo los auspicios de los Ministerios de Agricultura y Ambiente, como de las Corporaciones Autónomas Regionales y los organismos del área de la salud.


Lo anterior, en razón de que algunas organizaciones importan y comercializan estos productos sin el debido cuidado para la protección ambiental y desestimando las mínimas normas de salud. De esta manera y, por la falta de un adecuado control y seguimiento a los procesos de importación y comercialización, se presentan acciones delictivas de contrabando, falsificación adulteración y de mala calidad y uso inadecuado.
Habiéndose convertido en una práctica de altísimo riesgo para el país, toda vez que pone en peligro no solamente la producción agrícola nacional, sino que hace vulnerables a los exportadores agropecuarios a rigurosas sanciones comerciales, pudiéndose llegar a bloquear su ingreso a los mercados internacionales por el efecto de los residuos de plaguicidas.
Así se lo han manifestado al ministro de Agricultura, Francisco Estupiñán, el presidente de la Junta Directiva de la Asociación de Industrias Farmacéuticas de Colombia, Capítulo Agroindustrial (Asinfar-Agro), Gustavo Sánchez, y su director ejecutivo, ingeniero agrónomo Carlos Augusto Villamizar, advirtiendo además sobre el posible caso de quienes de manera inescrupulosa venden, alquilan o facilitan los registros a terceros, evadiendo regularmente las responsabilidades ambientales y sanitarias.


Situación que puede volverse más grave aún, a partir de las iniciativas regionales para impulsar importaciones de insumos químicos sin el cumplimiento de las normas y sin prever el riesgo de sus efectos en la salud y el ambiente, existiendo un Sistema Regulatorio Armonizado a través de la CAN el cual debe fortalecerse.
Dejar importar libremente los plaguicidas podría conducir a que algunas empresas no cumplan con la regulación establecida, inclusive aquellas que se organicen en el país en virtud de los Tratados de Libre Comercio.


Es indispensable, entonces, que el Gobierno cumpla con el deber de velar por las empresas formalmente constituidas y  aplique las normas vigentes.
Empresas que generan empleo, pagan impuestos y  hacen parte de organizaciones que las acreditan como instituciones legalmente establecidas