Crisis energética golpea a población romaní | El Nuevo Siglo
Jueves, 19 de Enero de 2023

Cuando los hogares europeos se preparan para la escasez de energía en este invierno boreal y las autoridades elaboran paquetes de apoyo para ayudar a la población a calefaccionar sus hogares, especialistas temen que la minoría más numerosa del continente, los romaníes, no sea contemplada.

Muchos de los 12 millones de romaníes de Europa tienen un bajo nivel de vida, e incluso antes de esta crisis, la falta de energía eléctrica era moneda corriente en esta comunidad.

Líderes y organizaciones de defensa de los derechos de esta comunidad afirman que la crisis actual no ha hecho sino agravar un problema de larga data, y piden a los gobiernos que garanticen que uno de los grupos más vulnerables del continente reciba la ayuda que necesita para este invierno y para después.

“Autoridades y dirigentes políticos de la UE deben garantizar que las políticas energéticas ya acordadas, o las que se acuerden en el futuro, se adapten y se apliquen de forma que los más vulnerables, incluidos los romaníes, puedan acceder y beneficiarse de ellas”, dijo Zeljko Jovanovic, director de la Oficina de Iniciativas Romaníes de Open Society Foundations (OSF).

Los romaníes de Europa se cuentan entre las comunidades más discriminadas y desfavorecidos del continente. En muchos países, un número significativo vive en asentamientos segregados donde las condiciones de vida suelen ser malas y la pobreza extrema está muy extendida.

La pobreza energética también es común. Se calcula que al menos 10% de los aproximadamente 6 millones de romaníes que viven en los países de la UE no tienen acceso a la electricidad.

Y cuando disponen de ella, muchos tienen dificultades para pagarla.

El aumento de los precios de la energía este año agrava la situación. Los gobiernos han puesto en marcha ayudas en forma de pagos únicos y otros apoyos para que las familias y las empresas puedan pagar las facturas de energía, pero estos no suelen llegar a los romaníes, a pesar de que esta minoría se encuentra entre las más necesitadas, afirman activistas de derechos humanos.

El desempleo en las comunidades romaníes suele ser elevado: sólo uno de cada cuatro mayores de 16 años declara tener trabajo, y muchos ganan dinero laborando en la economía informal o sumergida. Por ello, a menudo tienen dificultades para acceder a las ayudas estatales. Esto se acentúa en el caso de las medidas aprobadas para proporcionar ayuda económica durante la crisis energética.

“Incluso antes de esta crisis, Europa tenía un problema de falta de energía, y en el caso de los gitanos aún más porque muchos no estaban en el sistema formal”, puntualizó.

“Las medidas [aprobadas] para la crisis energética están pensadas para los que están en el sistema formal. Muchos gitanos no lo están -están desempleados, o no están registrados formalmente, o ganan dinero y pagan al sistema de bienestar social-, por lo que no pueden acceder a esas medidas”, explicó Jovanovic.