El país inicia segundo semestre con 2 millones 700 mil personas en desempleo, prueba de que la economía nacional, respira bien para unos pocos, en tanto que otros, reciben solo fuertes vientos que anteceden aguaceros de temporada.
La cifra certificada por el Dane debería, como mínimo, reconocerla el Gobierno central y actuar sin perder tiempo, una vez detecte grietas, nada menos que, en la plataforma de finanzas, producción y desarrollo para todos.
Como es normal, lo sombrío en Colombia se recibe con forcejeo verbal para sostener que “Eso no es culpa mía.” Hay choque de opiniones, entre ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla y el gerente de Banrepública, Juan José Echavarría.
El primero afirma que los sin trabajo aumentaron por invasión de migrantes venezolanos; el segundo, sostiene que el desempleo es porque sector empresarial, disminuyó inversión laboral.
El choque es para calificarlo de chiste a la colombiana. Así los dos funcionarios muestran que no hay plan integral ni coordinación, entre el manejo de finanzas estatales y, quien administra economía de Gobierno.
Ojalá entiendan que al ciudadano común no le importa de quién es la culpa, a menos que estuviésemos en guerra o gravísimo desastre natural. Ese ciudadano espera actuación directa del Gobierno Nacional.
Y la actuación no sería otra que un Plan de Acción, concertado con Consejo Gremial, para definirle pasos a empresas privadas, con capacidades monetarias y logísticas, para otorgar beneficios tangibles, si generan empleo, mediante producción y comercio legales.
Pymes y empresas independientes, sin afiliación gremial, tendrían ampliación de periodos para cubrir tributación este semestre y, en el primero del 2020; gracias al fomento laboral, sin ahorcar con impuestos y multas.
Eso significaría aliviar cargas, sumado a cupos extraordinarios de crédito financiero, mediante acuerdo con banca y amparo con fiducias del Fondo Nacional de Garantías Financieras, probando que se ha hecho efectiva la apertura laboral.
No estaría por demás premiar el esfuerzo empresarial, pequeño, mediano y grande, a final de 2019, para quienes abran empleo a hombres y mujeres en áreas de producción, comercio y promoción. Premio que se otorgaría a ganadores, por el más alto número de puestos de trabajo creados.
Un premio a empresas, con financiación o compensación tributaria, siempre tendría más significado; Mejor con alcances educativos y sociales, a los trabajadores por su desempeño y, contratados durante el Plan de Acción; sería más dignificante que medallas, trofeos y escudos.
Así se frenaría ya el desempleo desbordado como el actual. Se evitaría que crezca el número de jóvenes, ingresando a delincuencia, con vandalismo y asalto criminal.
Solo con trabajo, educación y humanismo se puede derrotar la violencia. Dignifica sociedad, persona y familia. El todo es no caer en derrumbe social.