“Otras son las sombras y verdades de Cauca”
La protesta indígena en Cauca, deja suficiente materia para esclarecer el punto de origen y su trasfondo, entre mezcla de sus habitantes y, los descuidos del pasado, que abrieron violencia y delito, con apetito por dinero, entre propios e invasores. La costumbre viene desde el Siglo XX.
El paro se transformó en bloqueo una semana después de iniciado; a los 15 días se destapó como revuelta terrorista, no solo con piedra y troncos, sino armas de fuego y bombas de fabricación casera.
Al aproximarse a 25 días de parálisis, sus efectos se extienden a zonas del centro del país. Sacudieron al alza, precios y transporte a Manizales, Pereira, Armenia, Ibagué y Neiva, con aumentos entre 15 y 30 por ciento, por bloqueo en la Panamericana y, desvío a otras carreteras que comunican a Caldas, Risaralda y Quindio.
La parálisis frena todavía movilización de carga a Pasto y Nariño, con retrasos en el tránsito de exportación entre Colombia y Ecuador, en doble vía, entre ambos países.
El restablecimiento por la Panamericana y el tránsito por vías centrales que, se han congestionado hacia Tolima, Huila, Caquetá y Putumayo, arroja millonarias pérdidas en mercancías y abastecimiento comercial comprometido para comienzos de abril
Es odisea que no siente la población indígena, es su costumbre; el paro lo hacen cada año. Se requiere que sean llamados por la Contraloría General, para investigar en detalle, huella y destino de 800 mil millones, girados por la nación según el Contralor de la República.
Ahora reclaman destinarles 49 mil hectáreas de terreno para aproximar acuerdo con el Gobierno Nacional. Válido preguntar, si es para agricultura, vivienda y trabajo artesanal propio de la región, que sería oportuna fuente laboral.
El país, tiene que reflexionar sobre el trato con población de etnias; la verdad sea, no están abandonados como sucedió décadas atrás. Sin embargo, los presionan narcotráfico y bandas armadas de distinto origen.
Hay ofrecimiento de Cruz Roja Internacional y Atención humanitaria de Naciones Unidas, , para atender salud de población campesina e indígena. Se cuenta con diseño de Gobernación de Cauca, para construir hospital indígena.
Ideología y costumbres étnicas, deben mantenerse bajo respeto, solidaridad y cumplimiento, pero con auditoría y control de la nación; porque mientras autoridades militares, confirmaban participación de disidentes de Farc e insurgencia Eln, creció saboteo con armas e incendios, en la Panamericana.
La situación deja pensar, si es infiltración obligada, aceptada, o negociada con el narcotráfico, incrustado allá hace años. Fuentes de valor, afirman que se han hecho despachos de droga, por el Pacífico al exterior, en medio de la protesta.
Está por aclarase qué más intereses hay del paro, convertido en bloqueo.