DIEGO ARANGO | El Nuevo Siglo
Jueves, 26 de Julio de 2012

El Congreso colombiano

 

Una de las instituciones más importantes de la democracia es el Congreso, entidad que cumple con la función legislativa del país y está considerada en la Constitución Colombiana articulo 114 como el órgano de control político y también de reforma a la Carta.

Esta honorable institución se ha convertido en una de las de menor credibilidad y aceptación por la población, según sondeos de opinión sólo un pequeño porcentaje de los colombianos tiene buena opinión de la Cámara y Senado de la República. ¿Pero qué es lo que ha hecho que suceda esto? La conducta de gran parte de los padres de la patria, elegidos a punta de dinero, compra de votos, presiones armadas y contratos del Estado. Es triste pero real que más del 50 por ciento de los congresistas están siendo investigados o han estado comprometidos por hechos delictivos como favorecimiento de contratos a sus familiares, socios o amigos; relaciones con los narcotraficantes, paramilitares, guerrilleros, estafadores, a quienes les han recibido plata y votos para salir elegidos; otros con inhabilidades, condenas. Es una realidad a la que se suma la prepotencia de muchos de ellos que no cumplen con las leyes y no respetan a las autoridades abusando del poder obtenido con  su credencial. Además de lo anterior no trabajan, el ausentismo en el Parlamento es aterrador, sólo asisten al llamado de lista y de inmediato se ausentan.

En fin, esto es una realidad que la siente el pueblo colombiano, pero es el mismo que los elige y les permite hacer fraude electoral, que les recibe sus dádivas en épocas electorales y después difama del Congreso. Quizá lo más adecuado según estudiosos de la democracia es hacer una revocatoria del Congreso, impedir que los actuales sean electos inhabilitándolos, llamar a nuevas elecciones financiadas totalmente por el Estado, estudiar muy a fondo las hojas de vida y antecedentes de los candidatos, reducir el Congreso a sólo 100 parlamentarios: 32 senadores, uno por departamento, 64 representantes dos por departamento y 4 de suscripciones especiales como comunidades étnicas. Escoger gente comprometida, bien paga, honesta y trabajadora, así cambiaría la suerte del país, por lo menos tendríamos una democracia más legitima y efectiva.

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*Presidente Canal Teleamiga Internacional