LA TERCERA legislatura del Congreso arranca con una serie de debates y crisis internas en varios partidos, lo que podría tener efecto no solo en el mapa político del Legislativo, sino también en la forma en la que las colectividades terminen votando proyectos clave.
La Alianza Verde, sin duda alguna, es el partido que arranca con más polémicas. Y se fisuró aún más en el marco de la elección de designado a la presidencia de la Cámara, por lo que la división interna de los bloques petristas y antipetristas es más visible.
De hecho, se está a la espera de que esa colectividad defina la fecha para la reunión de bancadas y de sus directivas, con el fin de determinar qué parlamentarios seguirán en la oficialidad del partido y cuáles podrían salir.
Como se sabe, algunos congresistas abiertamente partidarios del Gobierno han pedido pistas en la eventual lista del Pacto Histórico para las parlamentarias de 2026. Otros críticos consideran que la administración Petro estaría pensando armar tolda aparte.
La coalición del Pacto Histórico también arranca con varios temas pendientes. El principal tiene que ver con la estrategia electoral y política de cara al 2026.
Como se sabe, esa coalición no puede volver a presentarse en los próximos comicios parlamentarios, luego de que en 2022 lograron más del 15 % de votos en esta contienda.
Ello obliga, entonces, a que tengan un nuevo partido y para eso es clave que se pueda avanzar en el proyecto de transfuguismo partidista, que permitiría a senadores y representantes trastearse de colectividad sin sanción alguna.
Esta iniciativa fue discutida en la pasada legislatura, pero se hundió, en gran parte por la negativa de partidos de oposición e independientes de apoyar su trámite.
En esta ocasión, se sabe que el Pacto volverá a presentarla, con el respaldo del ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, pero por el momento no se ve que los partidos de centro y centroderecha estén dispuestos a aprobar una iniciativa que favorecería principalmente a las toldas petristas.
De otro lado, está claro que hay un pulso interno entre varias facciones que hacen parte del Pacto Histórico, de cara no solo a la conformación de listas para Senado y Cámara para 2026, sino de frente a la preeminencia de alguna de ellas ante la Casa de Nariño.
A ello se suma, igualmente, que algunas facciones estarían pensando en marcarle distancia al Ejecutivo, con el fin de no verse salpicadas política y electoralmente por los escándalos en torno al presidente Petro y por la impopularidad del mismo.
Trascendió que, incluso, hay algunos dirigentes y congresistas del Pacto Histórico que están empezando tempraneramente a ubicarse en el repartidor de las candidaturas del sector político, lo que ya ha generado algunos roces y cortocircuitos con ministros y exministros, así como con altos funcionarios de la Casa de Nariño, que también están interesados en maniobrar dentro de esta pugna, de cara a señalar al aspirante a la sucesión del hoy jefe de Estado.
Contienda liberal
El Partido Liberal también arranca con algunas contiendas internas, sobre todo por un grupo de representantes y algunos senadores que no acatan de manera disciplinada las directrices del director único del partido, expresidente César Gaviria.
Esto ha sido evidente en las votaciones de algunos proyectos de reformas gubernamentales, en donde fue claro que el anterior ministro de Interior, Luis Fernando Velasco, a cambio de presuntas gabelas presupuestales y burocráticas, llevó a que algunos congresistas desacataran las directrices de Gaviria.
Los liberales tienen pendiente la realización de su convención partidista para este segundo semestre. Inicialmente iba a ser en agosto, pero fue aplazada.
De hecho, el propio Gaviria, en una carta que publicó el jueves pasado, se refirió al presidente Petro, de quien dice que se cree “un emperador, rey o ser superior”.
En la misiva aseguró que no serán toleradas más acciones inequívocas de Petro. “Cree que toleraremos indefinidamente todos los abusos que está cometiendo. Pero se equivoca. Vamos a aguarles la fiesta a él y a su círculo cercano, como ya lo han hecho las altas cortes y los organismos de control.
También destacó que “es inadmisible que la reacción del presidente, quien se cree emperador, sea atacar a la justicia, amenazar con reducir su presupuesto y descalificar a los magistrados. El país no había presenciado ataques tan descarados e indignantes a la independencia judicial, bajo la excusa de que cualquier control al ejercicio del poder o cualquier sentencia que proteja la Constitución es un golpe blando. Decimos con toda firmeza que no lo es. Por el contrario, es el funcionamiento normal de las instituciones que incomodan a quien se siente un rey superior, que se dice ser el jefe del fiscal, que se niega a ejecutar las decisiones de la Procuraduría, que ataca a periodistas que lo critican y a medios que ejercen su función democrática con independencia; que no respeta la autonomía de los órganos de regulación, que desconoce la autonomía universitaria al tratar de imponer un rector en la Universidad Nacional, y que abusa de su poder para apabullar o desacreditar a quienes se atreven a disentir”.
Indicó que “detrás de una retórica pseudoprogresista, el país ha presenciado una serie de decisiones regresivas que perjudican al pueblo, especialmente a los más pobres y vulnerables. En lugar de promover reformas para avanzar y mejorar, como siempre ha abogado el Partido Liberal, el Gobierno se ha empeñado en destruir las conquistas que beneficiaban a millones de colombianos”.
Cónclave azul
Los conservadores, que asumieron la presidencia del Senado por intermedio de Efraín Cepeda, también tienen una agenda bastante apretada en el segundo semestre de 2024.
De hecho, Cepeda, quien dejará la presidencia del Directorio Nacional, la cual sería ocupada seguramente por la senadora Nadia Blel, dijo en entrevista a EL NUEVO SIGLO hace un par de semanas que “me encuentro recorriendo varios departamentos, construyendo la plataforma programática del Partido Conservador de cara a las elecciones de 2026: Senado, Cámara y Presidencia de la República, porque el partido llevará candidato a la Casa de Nariño”.
Además, dijo: “Si me eligen el 20 de julio, el día 25 tendremos un gran evento para adoptar la plataforma programática y ahí elegiremos al nuevo presidente del Directorio Nacional”.
En la entrevista, Cepeda también se refirió a algunos representantes de la Cámara que no acatan directrices del partido en cuando a la discusión de la reforma pensional. “La bancada había decidido votarla negativamente. La inmensa mayoría votó negativo y otros se retiraron. Solo cuatro votaron positivamente, no es la inmensa mayoría, sino una inmensa minoría”, puntualizó.
Los otros partidos
Mientras tanto, Cambio Radical debería hacer una asamblea nacional en el segundo semestre de este año, puesto que la última reunión de este tipo fue el 6 de agosto de 2022.
En la próxima asamblea se elegirá nueva dirección del partido, sea para darle continuidad a Germán Córdoba, en caso de que busque nuevamente el cargo de director, u otro entre los que pujen por esa posición.
Sobre el Centro Democrático y la U, se supo que estas colectividades realizaron sus asambleas en marzo pasado y desde entonces vienen trabajando en encuentros en las regiones con su militancia y distintos sectores para analizar la situación del país y comenzar a construir las agendas programáticas para las elecciones de 2026.