Tras la derrota en la Copa América, el duelo en Colombia parece eterno. Los cafetaleros lo tenían todo para ser campeones, pero el resultado en la final acabó con esas ilusiones y detrás de eso vino un sabor amargo, una ‘tusa futbolera’ que todavía se respira entre los colombianos.
Superar ese trance emocional tiene muchos aspectos. Según el psicólogo clínico Camilo Mendoza Palacio, hay que tener en cuenta que la selección de un país es muy significativa, es más que entretenimiento, es una representación de toda una Nación.
“Desde el punto de vista de la sicología social, la gente se une para que ese equipo represente a la gente, al país que le gusta el fútbol y al que no, pero se mete en el cuento porque nos da identidad de patria, entonces hay que tener en cuenta que a la gente le gusta eso y nos contagiamos emocionalmente con una expectativa de logro. Lo que sí debemos tener en cuenta es que nos aferramos a esas expectativas de obtener resultados positivos y nos hace sentir eufóricos, contentos y hasta casi seguros de que podemos ganar, y así no tenga para el mercado, la gente va y se compra una camiseta porque tiene las expectativas muy altas”, dice el experto.
Y es que en el fútbol muchas cosas pueden pasar. Tiene muchas variables que al final pueden cambiar el curso de los resultados.
“El triunfo tiene muchas variables y eso es lo que debemos entender. Puede ser por azar, más allá de la preparación de un equipo que intenta controlar un resultado y obtener la victoria, pero nosotros nos ilusionamos, nos imaginamos la victoria y cuando aterrizamos y vemos todo lo contrario es cuando vienen las emociones negativas: la tristeza, la frustración, incluso hasta la rabia o la impotencia y más en los aficionados”, dice el experto.
Por su parte, la doctora Sindy Quintero, psicóloga de Centros Médicos Colmédica, opina que es completamente normal sentir tristeza y decepción ante la derrota. Para ella, es permisible experimentar esas emociones que trae consigo un evento como este.
“Hay que comprender que el fútbol es un claro ejemplo de lo que vivimos en nuestra vida cotidiana, no siempre podemos ganar, no siempre viviremos en la derrota, entender que el camino es largo, que esto todavía no se acaba, entender que vienen muchos más torneos, para los cuales estamos muy bien preparados. En esta Copa América, para Colombia fueron más los momentos de alegría vividos que los momentos de derrota, entonces debemos considerar los aspectos positivos de este torneo, enfocarnos en resaltar lo positivo, lo alcanzado, agradecer por el esfuerzo que realizaron los jugadores durante el tiempo que duró el certamen, entendiendo que se hizo un buen trabajo y no detenernos pensar solamente en lo negativo”, afirma Quintero.
Teoría del duelo
En palabras de la psicóloga Luna Medina, directora de bienestar de la Fundación Universitaria Uninpahu, superar esta pérdida implica transitar por varias etapas emocionales según la teoría del duelo.
“Inicialmente es común experimentar negación, donde los jugadores y seguidores pueden sentirse incrédulos frente al resultado adverso. Posteriormente, la ira puede manifestarse hacia diferentes aspectos del juego o las circunstancias que llevaron a la derrota. La fase de negociación puede surgir con intentos de revisar estrategias pasadas o pensar en posibles acciones que podrían haber cambiado el resultado. La depresión se manifiesta con una profunda tristeza y desánimo ante la pérdida, aunque es importante diferenciarla de la depresión clínica. Finalmente, la aceptación emerge como un proceso gradual de integración de la derrota como parte de la experiencia deportiva, permitiendo mirar hacia adelante con aprendizajes y renovada motivación para futuros desafíos”, resalta la experta.
¿Cómo superarlo?
Para los expertos, superar estas emociones implica darle tiempo al tiempo. Camilo Mendoza Palacio destaca que pasar la página depende del carácter de la persona. “Internamente, saber que los resultados pueden variar, que hay una probabilidad de que podamos perder. Hay personas que dicen ‘jugamos como nunca y perdimos como siempre’, otros empiezan a buscar culpables, pero hay quienes buscan ser razonables hasta que llega el tiempo del olvido. Pero definitivamente hay mucha gente frustrada, con ira y con impotencia, y entonces ellos siguen preguntándose qué pasó”.
“Pienso que desde un principio hay que tener una percepción de la realidad, que tenemos un equipo que puede perder o ganar, que esto es un juego y que debemos seguir nuestra vida cotidiana, celebrar que Colombia estuvo en una final, que los jugadores la dieron toda para ganar. Es cuestión de aceptar la realidad y claro que nos duele, pero es algo que ya pasó”, resalta Mendoza.
Pese al trago amargo, los expertos coinciden en que una de las soluciones es aceptar los resultados y buscar una distracción, mantener la mente ocupada.
“Entendemos que durante el último mes estuvimos todos muy pendientes de los partidos, pero esta competencia ha llegado a su fin y ahora hay que tratar de buscar otro tipo de distracciones. Es importante no darle tantas vueltas a lo mismo. Si bien es cierto que hay que expresarse, no debemos quedarnos simplemente en el mismo discurso y se debe dejar de culpar a los jugadores por la pérdida, porque evidentemente el equipo ganador solo podía ser uno”, señala la psicóloga Sindy Quintero.
“El fútbol es muy importante, pero hay muchos factores que intervienen, no solamente es el rendimiento futbolístico de cada uno de los jugadores, sino que también hay otros elementos que hay que considerar; por esto, hay que mirar hacia adelante, aprovechar de esto para aprender del juego y aplicarlo también en la vida”, puntualiza Quintero.
Es importante recordar que, el deporte es una experiencia compartida y que las victorias y derrotas son parte de ese viaje emocional. En lugar de centrarse exclusivamente en el resultado negativo, los hinchas pueden enfocarse en el orgullo y la pasión que sienten por su equipo, así como en los momentos positivos que se vivieron durante el torneo. “Mantener una perspectiva a largo plazo y seguir apoyando al equipo en futuros desafíos, puede ayudar a canalizar las emociones hacia una energía constructiva y positiva”, destaca la psicóloga Luna Medina.
“Resetear el sistema nervioso. Darnos un masaje, una ducha caliente, hacer deporte, bailar, es decir, cualquier actividad placentera que ayude a drenar la carga química de las emociones que ha inundado nuestro torrente sanguíneo durante el evento, es una opción ideal. “Los animales naturalmente ‘tiemblan’ o se sacuden después de un evento estresante, para apagar el estado de supervivencia, y creo que los humanos podemos hacer lo mismo para poder dejar de arrastrar crisis emocionales, durante días”, agrega la psicóloga Jessika Perdomo.