Edmundo López Gómez | El Nuevo Siglo
Viernes, 20 de Febrero de 2015

La propuesta Gaviria

Por las publicaciones de prensa, la propuesta del expresidente Gaviria para que las medidas de justicia transicional se extiendan   a todos los actores del conflicto, incluyendo a terceros que de alguna manera hayan tenido que ver con nuestra guerra, ha sido bien recibida, con pocas excepciones, por jefes de los sectores políticos, entre ellos, el personaje  de la izquierda,  Iván Cepeda.

 La  iniciativa tiene  ingredientes muy parecidos a las leyes de Punto Final y de Obediencia Debida de Argentina y de “Caducidad de la acción Punitiva del Estado”, llevada a referendo en la República Oriental de Uruguay.

“La propuesta Gaviria”, como la llamaremos de aquí en adelante, tiene un elemento adicional, (si no la hemos leído mal), en cuanto prohíbe revisar las decisiones legislativas y judiciales que se llegaren a adoptar en favor de todos los actores del conflicto, tal vez por lo que ocurrió en Argentina, cuando el Congreso decidió derogar dichas leyes de Punto Final y los jueces adelantar procesos que llevarían  a la cárcel a varios generales involucrados en delitos atroces, así  hubieran  sido amnistiados. En Colombia no sucedería lo mismo, dado el blindaje legal que  cubriría por igual a militares y a subversivos.     

Sobre aquellas decisiones trascendentales, me ocupé en el libro que publiqué en el año 2003 bajo el título Para pactar la paz, ¿hacia una ley de punto final?, en cuyas páginas aparece también un proyecto de propuesta que redacté sobre el procedimiento que debía aplicarse para hacer viable el tratado de paz con las fuerzas insurgentes. En esa iniciativa, el pueblo actuaba como principal protagonista de la paz, por convocatoria del Presidente de la República, en ejercicio de las atribuciones que a éste  le otorga el artículo 104 de la Constitución Política; participación que se limitaba a aprobar inicialmente las reglas del proceso, bajo el imperio del DIH, y no  la aprobación de los acuerdos  de paz,  como lo concibió  el  actual Gobierno.

No puedo dejar de observar que el expresidente Samper ha expresado opiniones -con mucha antelación a la propuesta Gaviria, en el sentido  de encontrar soluciones propias de paz-, así no  estén en consonancia con los mandatos  del Tratado de  Roma y de otros convenios internacionales, habida cuenta del derecho constitucional a la paz que asiste a todos los colombianos; derecho que no puede postergarse indefinidamente, como lo  pretenden los fundamentalistas criollos.    

Exigencias de las Farc, como la de que  el Gobierno niegue  la extradición de los jefes de la subversión que firmen la paz, por actividades relacionadas con nuestro conflicto armado interno, seguramente está contemplada en la Propuesta Gaviria; una propuesta pragmática y sobre la cual ojalá se obtenga el consenso nacional. 

P.D. Es la primera vez que  apoyo una iniciativa del expresidente  Gaviria. He sido su contradictor,  durante más de treinta años… 

edmundolopezg@hotmail.com