Quien más ha puesto presidentes en Colombia ha sido Petro con el antipetrismo y eso ha quedado demostrado en las tres últimas elecciones presidenciales. La gente sale a votar es en contra de Petro, sin importarle quién es el otro candidato. Se vota en contra de la amenaza que representa Petro. 

En todo caso ahora dicen los petristas que Rodolfo es de Uribe y estoy seguro de que Colombia prefiere mil veces a un ingeniero empresario investigado que a un exguerrillero con cientos de delitos de lesa humanidad en su conciencia. Además, ¿de qué cambio hablarán los que le rinden culto a la personalidad de Petro? ¿De qué cambio por la vida habla una persona que recuerda es la muerte? Los políticos que lo acompañan han pasado por todo el código penal y todos los partidos políticos de Colombia. ¿Acaso esto no es la expresión del continuismo?

La amenaza no solo está en Petro sino en quienes lo rodean. Todos suelen ser cogidos en aeropuertos o cafetines con plata en bolsas o cuadros encaletados. ¿Acaso una persona sin quiebres éticos transporta su dinero en bolsas? ¿Es normal querer de presidente a un tipo que en el pasado y presente no se ve sino oscuridad y delincuencia? ¿En qué momento la elección del presidente se volvió un acto que representa mucho más el instinto de conservación y del trabajo de cada ser humano que un deber patriótico y democrático?

Personajillos inteligentísimos que se pasean de político en político y aterrizan en la campaña más llena de ideología barata y podrida mientras advierten que hay que tener cuidado con el populismo ramplón, pero están llenos de ideologías que sí existen así digan que no. Pero claro que sí existen las ideologías, aunque muchos repitan porque está de moda decir que ya no existe ni la izquierda ni la derecha y además qué importancia tiene que opine o piense un colombiano. O ¿de qué se trata la lucha del nuevo orden mundial y el lema de los progresistas montados en alcaldías y jefaturas de Estado en el mundo entero incluida Bogotá de que el cambio es imparable?

Pues se refieren a un cambio a la fuerza de la estructura mental de todos los que forman parte de un conglomerado social hacia un retroceso. Las ideologías si existen y lo narra bien Stephan Kotkin en su ensayo en Foreign Affairs titulado “The Cold War Never Ended” de mayo - junio 2022 o las desgarradoras imágenes de muertos en Kiev, Kharkiv, Borodyanka o Bucha en Ucrania en la revista The New Yorker de mayo 9, 2022.

El cambio de verdad sería no volver a ver jamás Benedettis, Roys, Teodoras, entrega de plata en bolsas sin explicación alguna propio solamente de sociópatas, ególatras, enfermos de poder y corruptos. Todos estos sí con muchos quiebres éticos. ¡Los que rodean a Petro quienes manejarán el país!

¿Por qué se valoró el peso y subieron las acciones por el solo hecho de tener la esperanza de que no gane Petro?

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