Indudablemente la llegada de Trump a la presidencia al país más poderoso del mundo, por segunda vez, ha creado un impacto que está sacudiéndonos a todos, ya que está decidido a cumplir todas sus promesas de campaña, especialmente las referentes a volver a hacer a una América grande, “American Great Again”. Obviamente, para América Latina hay muchas repercusiones que vale la pena se analicen de sus primeras nueve ordenes ejecutivas.
En lo referente a México, Trump está endureciendo sus posturas hacia la migración, lanzado una campaña llamada “Quédate en México”, advirtiendo a los migrantes que serán tomadas todas las medidas necesarias para evitar que entren a USA, enviando un contingente de 1.500 soldados que reforzarán las tropas instaladas en la frontera entre los dos países. Advirtiéndole a este país que no descarta una intervención militar en contra de los narcotraficantes. Estos serán tratados como terroristas, lo que no le impediría posibles confrontaciones militares en la región.
También devolvió a Cuba a la lista de países “patrocinadores del terrorismo” y fue explícito en que desea recuperar a las empresas privadas que estén relacionadas con las fuerzas armadas de este país, revirtiendo la orden de Biden.
Recordemos, así mismo, las advertencias de tomarse nuevamente el Canal de Panamá, debido a la interferencia aparente de China en el manejo de éste, ya que el tratado de neutralidad le permite a USA intervenir si éste considera que el funcionamiento, la seguridad y su posición geopolítica amenaza los intereses globales.
Utilizo una frase que ha tocado la sensibilidad de la región al decir: “Ustedes nos necesitan, nosotros no les necesitamos”, desestimando a AL, esperando que solo sea una frase expresada en al calor de su entusiasta posesión. Vivimos un mundo global, en donde todos nos necesitamos. América Latina tiene mucho que contribuir en recursos naturales, en cadenas críticas de producción y en muchas áreas del conocimiento. Esperaríamos que el presidente Trump analice que AL le puede colaborar mucho no solo con USA sino con el mundo, viendo a la región como una aliada que no vale la pena menospreciar.
El equipo que designó para manejar y tener contacto con la región conoce las fortalezas y debilidades de ésta, además de entender con profundidad cada país. Tengo la esperanza de que esto ayudaría a ver a AL con mayor objetividad, balance y respeto.
Cuba debe dar libertad a los prisioneros políticos y defender los derechos humanos, para así avanzar democráticamente.
A Trump, hay varios países que le incomodan por sus evidentes dictaduras de izquierda como Venezuela, Nicaragua, Cuba, más los que están siendo gobernados con claras matices o tendencias izquierdistas como México, Colombia, Brasil, Bélice, Honduras, Chile, Uruguay y Bolivia, entre otros.
Los presidentes afectados han reaccionado: México marcó unas líneas rojas, esperando tener un diálogo sobre comercio, migración y narcotráfico.
Panamá está pidiendo respeto al Derecho Internacional, a su soberanía como país y al manejo del Canal de acuerdo con el tratado Carter-Torrijos, honrando el Pacta Sunt Servanda, que significa “Lo Pactado Obliga”, según el cual se debe respetar lo dispuesto en el Tratado Internacional. Pienso que se necesita diálogo por vía bilateral, buscando solucionar los disensos por el beneficio de los dos países.
Los invitados a la posesión fueron: Argentina, Edmundo González, de Venezuela; Salvador y Ecuador, mandando así a la región una señal de quienes serán sus aliados en este gobierno. Ojalá se llegue a un diálogo y respeto de los derechos democráticos.
Creo firmemente en el acatamiento a la Constitución y Leyes de cada nación y a fortalecer democráticamente a la región, evitando las dictaduras populistas y amañadas.
Hay un peligro que América Latina se convierta en el sujeto de la competencia entre USA y China. Colombia debe velar por sus intereses, que se verán afectados por el recorte de la ayuda estadounidense. Petro deberá trabajar inteligentemente por no perjudicar aún más al país.