Han pasado algo mas de 800 años que surgió la civilización Inca conformando un enorme territorio al que lo llamaron el Tawantisuyo, que comprendía desde Perú, Bolivia, Ecuador y sur de Colombia. Su organización social y económica era admirable, existía trabajo y bienestar para la gente, al punto que dentro de la expansión del imperio llevaron su modelo a diferentes tribus del altiplano con sus políticas sociales, productivas, de salud y económicas. Los incas no invadían pueblos, los convencían llevándoles sus avances a cambio de tributación, algo legitimo.
Pero una de las enseñanzas que aplicaban y exportaban eran los principios y valores con los que una sociedad debería vivir, como leyes básicas para mantener el orden social, estas eran: no robar, no mentir y no ser ocioso. También el adulterio, la violación y la embriaguez eran castigadas con severidad. Gracias a ese código les permitió siempre vivir en un orden y respeto social, hasta la llegada de los españoles.
Para ellos el Ayllu (familia) era la base de la sociedad, lo mas importante, las tierras les eran dadas para la producción y una parte iba para el incario como tributo al Estado. Los jóvenes debían trabajar una parte a beneficio del Estado. Como normas básicas en la educación estaban la de ser honesto, limpio, vivaz, digno, dadivoso y respetar la vida; ahora bien, los valores fundamentales de vida eran el saber, el amor y el trabajo.
La gran mayoría de la población cumplía los preceptos incas, pero quienes violaban las leyes eran castigados con severidad, poniéndolos a trabajar en beneficio de la población, por lo tanto, el índice de delincuencia era ínfimo. También tenían normas muy efectivas pero censurables, pues a los ladrones les cortaban las manos, a los violadores los mutilaban y delitos atroces se pagaban con la pena de muerte.
Fueron 14 soberanos incas desde Manco Capac -el primero- hasta Atahualpa -el ultimo de ellos-, quien fue secuestrado y asesinado por Francisco Pizarro en 1.533, luego de haber pagado su rescate de 2 aposentos de plata y uno de oro.
Traigo este tema como nivel comparativo respecto al orden social y político de nuestros pueblos latinoamericanos en pleno siglo XXI, que históricamente provienen de culturas como la inca, la chibcha, la maya y azteca entre otras mas, que en gran parte desaparecieron con la conquista y posterior colonia.
Hoy, ocho siglos después con los avances tecnológicos y comunicativos, en vez de progresar política, cultural y socialmente, tenemos un retroceso donde el delito, la corrupción, el crimen, la violación, la mentira y el engaño entre otros defectos mas, impera en nuestros países, donde no se respeta la ley, a los niños se les educa en antivalores, a los jóvenes no se les da oportunidades y las constituciones de los países no son respetadas, la justicia es permisiva y en muchos casos se vende. Presidentes de países como el nuestro que favorecen a los criminales, no respetan el orden institucional, despilfarran el sagrado recurso publico y coartan el progreso.
Tendríamos mucho que aprender del legado inca y de las otras culturas ancestrales.