El voto preferente | El Nuevo Siglo
Lunes, 23 de Enero de 2017

El barco de la democracia, hace agua, muy a menudo en nuestro país, a diferencia de otras naciones, que no tocan el tema electoral, sino cada cincuenta años. No hemos encontrado la vía de la estabilidad democrática que nos permita hacer elecciones en calma y con la altura y ética necesarias para que el pueblo escoja libremente a sus representantes.

Antes, nuestros partidos escogían seleccionaban y resaltaban las virtudes y postulaban a los dirigentes que consideraban que eran dignos de llevar su vocería y defender sus doctrinas  en las consabidas corporaciones.

Ahora es lo contrario, se ha perdido la concepción de defensa de doctrinas y tesis políticas para pasar a la política de estómago, de interés personal que pasan por encima de los intereses de una colectividad, por eso se trastean de partido a partido con su cauda electorera, sin vergüenza y sin rubor.

Ante el fracaso de erradicar la corrupción electoral, el nuevo presidente del Partido Conservador, senador Hernán Andrade, propone regresar a las listas cerradas como una medida de choque ante la crisis que viven los diferentes movimientos, porque el apoyo individual los ha llevado a constituir micro empresas electorales, permitiéndose las financiaciones non sanctas, y de elevadísimos costos, como senaturias de 20.000 millones de pesos o más .Por eso apoyamos la propuesta del presidente del Conservatismo,  “se debe pensar en la financiación estatal de las campañas. Se amerita en esta lucha contra la corrupción, financiando limpia y transparentemente las campañas”.

Los partidos deben retomar la posición de adalides de la democracia, de orientadores y guías de sus afiliados, y pasar de ser ruedas sueltas y desarticuladas, a tener la capacidad de integrar bancadas que respeten las decisiones mayoritarias internas. Para ello  es necesario reestructurarlos, hacer cumplir sus estatutos, implantar normas de permanencia, para poder aspirar a una cargo , establecer procedimientos que promuevan la conformación democrática de las listas dentro de los partidos; garantías de representación de minorías y mujeres; terminación de la venta de avales ,la promoción de la descentralización y representación territorial, en igualdad de condiciones para todos y eso conduciría al fortalecimiento de los partidos y por ende de la democracia .

 Ese sería un buen camino, senador Andrade  que  evitaría la corrupción promovida por el voto preferente y por el financiamiento de las campañas electorales, recibiendo dinero del erario público a través de  contratistas y empresas de fachada.

lorenarubianof@gmail.com