En deleite rítmico de palabras (III) | El Nuevo Siglo
Miércoles, 29 de Enero de 2025

Volviendo a lo muy nuestro en Colombia, no puedo dejar de referirme a detalles salientes de nuestro Libertador Simón Bolívar, Padre de la Patria, con fallas humanas, pero con un tejido de vida y escritos, cuyo recuerdo colma el “deleite rítmico” que venimos disfrutando con las ya más de 15 evocaciones que iniciamos en noviembre del año anterior. Fruto del ambiente colonial, con marcadas herencias religiosas, cívicas y literarias, fueron sus educadores Simón Rodríguez y Andrés Bello.  Fueron sus padres Don Juan Vicente, y Doña Concepción Palacios.  Muere su padre cuando nuestro Simón solo contaba con 4 años, nacido en Caracas el 24 de julio de 1783.

A los 16 años iniciaba, en Venezuela carrera Militar. Rey de España de la época (1808 a 1833), fue Fernando VII de Borbón. Contrajo matrimonio, Simón, a los 19 años, con Teresa Toro el 26-05-1802, quien muere en Caracas el 22-01-1803. Bolívar regresó a Europa en donde acrecentó formación, y, en Roma, en el Monte Sacro, hizo juramento de libertar a su Patria.

Regresó a Venezuela en 1807, en donde participó (1811), en Declaración de Independencia, pero no logró sostenerse, y sale de Venezuela, para, en 1813, iniciar sus contactos de la “Campaña Admirable”, con presencia en Jamaica (desde allí su admirable Carta). En el Congreso de Angostura, presidido por el granadino Francisco A. Zea, asume dirección de la Campaña libertadora que culminaría en el Puente de Boyacá (07-08-1819), Carabobo (1821), continuando Campaña Libertadora en Ecuador (1822), Perú (1824), y entrada a Bolivia (1825), para la que redacta Constitución y dejar al Mariscal José A. Sucre como primer Presidente.

Lograda la Independencia de hoy seis Repúblicas Independientes, siguió lucha por tener cada una autonomía, y, por estilo de Gobierno en cada una de ellas. De gran importancia fue el esfuerzo de Bolívar por realizar gran Congreso de América del Sur en Panamá, que tuvo lugar en 1822, calificado de “portento diplomático”, pero un cúmulo de dificultades hizo imposible crear única gran Nación en este sector americano.

Pasos decisivos hubo en Convención de Ocaña, en 1828, dividida en partidarios de Bolívar y de Santander, con final de dominio de los primeros, con crecimiento de odios hasta la Conspiración del 25 de septiembre, de la cual sale ileso Bolívar. Dos hechos vinieron luego: la muerte en Batalla de José María Córdoba, (17-10-1829), y el asesinato, en Berruecos de Sucre (04-06-1830), que rompe el corazón del Padre de la Patria. Bolívar ejerció el mando en Santafé de Bogotá, con pronunciamientos en favor de la Iglesia Católica, hasta el 4 de mayo de 1830, cuando parte, definitivamente, en viaje que culmina con su muerte en Santa Marta, en la Quinta de S. Pedro Alejandrino el 17-12-1830. Con votos de concordia para las naciones que libertará.

Omitiendo muchos más detalles de importancia sobre el Libertador, cerramos esos hechos que son sitios salientes en este jugoso “deleite rítmico de Palabras”, que aspiro, continuar al menos con otros pocos actores de gran calado como Antonio Nariño, Rafael Núñez y Miguel Antonio Caro, quedando de lado grandes figuras de doctores de la Iglesia, eruditos eclesiásticos y políticos con definidos méritos universales. (Continuará)

*Obispo Emérito de Garzón

Email: monlibardoramirez@hotmail.com