Violentos “aullidos” de Los Lobos y sus disidencias en El Oro | El Nuevo Siglo
FUERZAS armadas ecuatorianas frente al lugar de un ataque con explosivos en Machala, El Oro, el pasado agosto. /InSight Crime – Cortesía Diario Crónica
Martes, 28 de Enero de 2025
Redacción internacional con Insight Crime

LA provincia costera ecuatoriana de El Oro se ha convertido en un nuevo foco de violencia debido a las disputas entre grupos criminales por el control de las lucrativas economías criminales de la región.

Este 12 de enero, sicarios asesinaron a Eber Ponce, alcalde de Arenillas, un municipio al sur de la provincia, cerca de la frontera de Ecuador con Perú. El político conducía su camioneta con su hijo de 6 años, solo unas horas después de haber participado en un evento de ciclismo.

La muerte de Ponce se enmarca en una ola de ataques contra funcionarios de la provincia desde principios de 2024, entre los cuales se incluyen el asesinato de Jorge Maldonado, alcalde del municipio vecino de Portovelo, en abril, y el intento de asesinato del recién nombrado director de una prisión en Machala, capital de El Oro y principal centro portuario, en diciembre.

La violencia extrema en la provincia también ha causado estragos entre los ciudadanos. Solo en diciembre de 2024, tres personas fueron asesinadas en un taller de mecánica de Machala mientras que en El Guabo, un municipio a las afueras de Machala, otras diez personas fueron ultimadas. Las estadísticas de homicidios del Ministerio del Interior registraron 591 homicidios en 2024 (alrededor de 82 por cada 100 000 habitantes), superando el récord de 561 homicidios de 2023.

La brutalidad de la violencia también ha aumentado. Entre los incidentes denunciados en 2024 se incluyen ataques con explosivos, desmembramientos, decapitaciones y cadáveres quemados.

Las autoridades han atribuido gran parte de la violencia en El Oro a las disputas entre facciones de los Lobos, el mayor grupo criminal de Ecuador, que se originó en el sistema penitenciario. En 2024, “Los Lobos” estaban activos en 16 de las 24 provincias de Ecuador y se estaban expandiendo hacia el territorio de sus antiguos aliados y actuales enemigos principales, “Los Choneros”.

Sin embargo, en El Oro, la estructura de los Lobos se ha fragmentado violentamente, con subgrupos que luchan por el control de los mercados criminales de la provincia. Esta competencia ha llevado a la formación de grupos disidentes, como “LobosSaoBox”, que atacan a antiguos aliados con extrema brutalidad. Este subgrupo se ve reforzado por el vacío de poder que dejó la detención del líder regional de “Los Lobos”, Vicente Ángulo Sosa, alias “Comandante Vicente”, en mayo de 2024. Un juez ordenó su liberación en diciembre, alegando razones médicas, pero no está claro si podrá reunir a las facciones bajo una misma bandera.

Análisis

El aumento de la violencia en El Oro refleja el debilitamiento de los líderes criminales tanto nacionales como regionales, causado por las detenciones y la represión militar en las calles y las prisiones.

Los problemas comienzan en la cúpula. El líder nacional de “Los Lobos”, Wilmer Chavarría Barré, alias “Pipo”, huyó del país y se cree que dirige la organización desde Europa, confiando en los líderes regionales para unir al grupo. Al mismo tiempo, las operaciones militares de Ecuador han interrumpido la comunicación entre las prisiones -utilizadas anteriormente como centros de control de las pandillas- y las bandas callejeras.

La estructura descentralizada de “Los Lobos”, que ya carece de un liderazgo cohesionado, ha hecho que el grupo sea más susceptible de fragmentarse, dijo Renato Rivera-Rhon, director del Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado (Oeco), a InSight Crime.

afp
Un muelle en Puerto Bolívar, presunta propiedad de un miembro de "Los Lobos" fue dinamitado en agosto./Ecuavisa

“Esta distribución del mando puede generar fragmentación cuando hay desacuerdos entre la organización o cuando tienes un incremento representativo de finanzas”, dijo.

Además del liderazgo descentralizado, la presencia de lucrativas economías criminales en El Oro incentiva a las facciones disidentes. Junto con la provincia vecina de Azuay, El Oro es un centro clave para la minería de oro, una industria que, en 2022 valía hasta mil millones de dólares anuales, según declaraciones de funcionarios gubernamentales.

María Eulalia Silva, presidenta de la Cámara de Minería de Ecuador, explicó que los ingresos de la minería ilegal de oro a menudo se reinvierten en la misma economía criminal, creando un círculo vicioso.

“Inclusive existen zonas en el Ecuador donde ya hay economías de oro. Es decir, tú vas y compras una retroexcavadora y no pagas en plata, pagas en oro, porque está siendo abundante”, dijo.

Como su nombre indica, las abundantes y accesibles reservas de oro de El Oro también han atraído a grupos criminales depredadores. Y la costa de la provincia se ha convertido en un campo de batalla crucial para otra lucrativa economía criminal: el tráfico de cocaína. En Machala, el conflicto entre bandas gira en torno a disputas territoriales cerca del puerto de Puerto Bolívar. En 2024, los grupos criminales llevaron a cabo varios ataques con explosivos en los barrios que rodean el puerto. Uno de los ataques destruyó un muelle supuestamente controlado por los líderes de Los Lobos, según Ecuavisa. Según el medio de comunicación, el ataque fue en represalia por los asaltos de “Los Lobos” a barcos operados por “LobosSaoBox”.

Las incautaciones de cocaína en El Oro son un claro indicador del aumento del flujo de drogas. En agosto de 2024, se habían incautado más de 10 toneladas de cocaína en la provincia, una cifra récord, según datos de la Policía Nacional de Ecuador.

Historia

En pocos años, “Los Lobos” pasaron de ser un grupo disidente de “Los Choneros” a una de las organizaciones criminales más poderosas e innovadoras de Ecuador, con miles de miembros distribuidos por todo el país y dentro de las prisiones.

Creados en los centros penitenciarios de Ecuador, “Los Lobos” surgieron como grupo criminal independiente en 2021, cuando lideraron una coalición disidente de bandas que declararon la guerra al grupo criminal más poderoso de Ecuador, “Los Choneros”. Desde entonces, se han apoderado de territorio en todo el país, se han convertido en socios clave de los narcotraficantes internacionales, han sido pioneros en la participación criminal en la industria minera de oro en Ecuador y se han establecido como el actor criminal dominante en la capital de Ecuador, Quito. 

Sus raíces se remontan al encuentro entre el ladrón de bancos Wilmer Chavarría Barré, alias “Pipo”, y Jorge Luis Zambrano, alias “Rasquiña” o “JL”, el carismático líder ya fallecido de “Los Choneros”. Se conocieron en las prisiones, donde “Rasquiña” reclutó a Pipo para que se uniera a Los Choneros en su proceso de reconstrucción y reforma. A cambio, “Rasquiña” permitió que “Pipo” mantuviera el mando de su propia estructura, que operaba bajo el paraguas de “Los Choneros”. Esa estructura adoptó el nombre de “Los Lobos”.

Después del asesinato de "Rasquiña" en diciembre de 2020, “Los Lobos” lideraron una coalición disidente de antiguas facciones de “Los Choneros” en un conflicto criminal contra el sucesor de “Rasquiña”, José Adolfo Macías Villamar, alias “Fito.” Esta alianza, que incluía a “Los Chone Killers” y “Los Tiguerones”, se autodenominó la Nueva Generación.

Narcotraficantes ecuatorianos, como Leandro Norrero, apoyaron y financiaron la Nueva Generación. Además, establecieron conexiones con el cartel Jalisco Nueva Generación de México, que en ese momento desafiaba el monopolio del cartel de Sinaloa sobre las rutas de tráfico de drogas a través de Ecuador hacia México y Centroamérica.

El conflicto en la alianza de “Los Lobos” y “Los Choneros” estalló a principios de 2021, cuando un atentado fallido contra la vida de “Fito” provocó dos días de violencia en las cárceles de todo el país y dejaron 79 muertos. En los años siguientes, las redes rivales se disputaron el poder en las cárceles y en las calles, lo que disparó los índices de violencia.