En torno a viajes papales (III) | El Nuevo Siglo
Domingo, 18 de Marzo de 2018

“Repaso histórico a la contribución de la Iglesia al mundo”

Completando el recuento de los viajes papales, que hemos iniciado en dos columnas anteriores, siguiendo hoy, todavía, los pasos del Papa Juan Pablo II, en sus 104 viajes fuera de Italia. Su tierra natal, Polonia, la visita 9 veces. Estuvo en Haití,  inaugurando la Novena de años de preparación a los 500 años de Evangelización de nuestro Continente (1983),  dando, desde allí, como luego en Santo Domingo (1992), en la cuarta Conferencia Episcopal Latinoamericana, lanzamiento a programas de Nueva Evangelización hacia el mundo entero.

En torno al cambio de milenio fueron abundantes sus documentos doctrinales en los que urgió vivir las enseñanzas del Vaticano II, en lo que insistió en sus múltiples viajes en torno a tan significativo momento. Varios viajes memorables hizo como a Estado Unidos y la ONU, en donde se oyó, con respeto su magistral enseñanza. Destacable su visita a Cuba (1998), así como su encuentro  que había realizado en Estambul, con el Patriarca Ortodoxo Atenágoras (1979).  ´

El Papa alemán, Joseph Ratzinger, Benedicto XVI, en su corto pontificado (2005-2013), también al lado de sus profundas Encíclicas y Exhortaciones, realizó 24 viajes fuera de Italia. Estuvo en Cuba y México, y detenido viaje a Estados Unidos (2008), en donde hizo firmes reclamos, cero tolerancia,  a clérigos caídos en delitos de pedofilia. Hizo presencia, también, en la ONU. Valiente y significativo su viaje a país Islámico a pesar de cierta prevención por mala interpretación a expresiones suyas en aspecto histórico sobre relación entre cristianos y mandatarios musulmanes. Hizo varios viajes a su país natal Alemania.

Llegando al Papa Francisco (2013), encontramos, que en sus 5 años de pontificado ya ha realizado 22 viajes pastorales, con presencia en 21 naciones, varias de ellas de su Continente de origen. Memorable, ciertamente, su venida a Colombia (06 al 10-17), con abundante enseñanza repartida en bien pensadas intervenciones. Admirable su prudencia al pedir reconciliación entre los colombianos, sin acento parcializado hacia ninguna de las distintas posturas en relación con los acuerdos del Gobierno con los grupos armados que han azotado al País por cinco décadas. Claros llamados hizo el Papa a las distintas categorías de personas, exultante el momento de la Beatificación del Obispo Jesús Emilio Jaramillo y del Pbro. Pedro María Ramírez, ambos mártires asesinados por odio a la fe.

De resonancia internacional fue la visita del Papa Francisco a Cuba, en busca de acercamiento de la Isla al conjunto panamericano (2015). De especial resonancia, también, la reciente visita a Chile (01-18), con rico mensaje y paternas actuaciones del Papa, al lado de lo cual, y muchos dándole tinte negativo, al calificar de suma benevolencia el haber permitido estar a su lado a un Obispo a quien señalan de no haber sancionado a un Sacerdote pedófilo, a lo cual el Papa respondió, con energía, no haber verdaderas pruebas contra él, y, por ello, no haber condena. Bueno y valiente el editorial, al respecto, del Nuevo Siglo (12-01-18), “El carácter papal en Chile”. El viaje al Perú, fue de acogida entusiasta, con llamados claros a más atención a los indígenas, al cuidado de la Amazonia como indispensable colaboración a la defensa del planeta, y llamado a sacar de los ambientes políticos y económicos la corrupción que trae tantos males a las naciones.

Sea el contenido de estas tres columnas contribución al repaso histórico del bien que ha realizado la Iglesia a través de los siglos, con fallas humanas, pero con la asistencia divina y respuesta de millones de fieles a Cristo. Tanto bien realizado con sus llamados a la humanidad, cumpliendo el mandato de Jesús de ir a todas las gentes (Marc. 16,15), y realizando este mensaje siempre enriquecedor espiritualmente, camino de paz a los “hombres de buena voluntad” (Lc. 2,14).  

 *Obispo Emérito de Garzón