Encierro tempranero | El Nuevo Siglo
Viernes, 10 de Julio de 2020

Ver a Harry Sasson llorando en TV por el cierre de algunos de sus emblemáticos restaurantes significa mucho y es sin duda deplorable. Él probablemente no quede afectado económicamente pero cerca de 500 familias si quedarán muy afectadas, para hablar de solo un caso puntual. ¿Qué necesidad había de encerrar temprana y experimentalmente a Bogotá y luego a toda Colombia sin previo aviso a mansalva? ¿Sirvió de algo? ¿Así lo demuestra la situación en Barranquilla o Bogotá?

El encierro tempranero no logró aplanar ninguna curva pero si aplastó y aplanó la economía. Repotenció a los dictadorzuelos quienes se sienten felices de amenazar, atemorizar, encerrar y en general limitar las libertades fundamentales de millones de ciudadanos. Mientras la mayoría de los países abrieron cuando ya había pasado lo peor y cerraron acudiendo a la racionalidad, Colombia se prepara para abrir en el momento en el que le tocaba cerrar, lo que demuestra una absoluta irracionalidad.

Confinamiento tempranero no evitó el tal anunciado pico ni ayudó a prepararse para nada, pero si logró quebrar -antes de tiempo- a miles de colombianos. Se dieron palazos de ciego en el manejo de la pandemia y se llevaron por delante lo poco que había de economía en Colombia. Países como el Reino Unido si pudieron manejar la pandemia muy bien, jamás eliminaron las libertades fundamentales, y ahora se dan el gusto de abolir los requisitos de cuarentena para muchos países, cosa que celebra la IATA, pues es el tercer mercado más grande de aviación del mundo, mientras que Colombia hasta ahora lanza un plan piloto para reactivar la aviación doméstica y abrir aeropuertos que no sirven para nada.

Es vergonzoso que Colombia tenga encerrada la población hace casi cuatro meses en una cuarentena llena de excepciones y abusos con los derechos fundamentales. Es vergonzoso que los colombianos se dejen embutir cuatro meses y que aun tengan que esperar por lo peor. Estamos en manos de dictadorzuelos que casi como pitonisas nos anuncian casi el fin de los tiempos para los colombianos. Pero al mismo tiempo que miles de colombianos empresarios, trataban de salvar sus negocios en medio de un “aislamiento obligatorio” muy estricto pero para los de ruana, otros restauranteros, entre ellos Harry Sasson se les negaba una cita con la alcaldesa para pedir una mano, - ni los recibieron-.

 Millones de familias colombianas solo tienen derecho a salir a hacer mercado y eso si lo permite el número de su cédula, pero eso sí, otros altos funcionarios del Estado, que como dice el dicho “el que nunca ha visto a Dios cuando lo ve se espanta”, con tono desafiante y poniendo de parapeto a sus hijos, si tienen derecho a estar por encima de la ley que nos tiene confinados desde marzo e irse de puente a la isla de San Andrés en avión oficial -seguro creerán que es propio-. Mientras tanto usuarios y aerolíneas ruegan por el restablecimiento del transporte aéreo nacional e internacional.

Juanfelipereyes@hotmail.com