OPINION ORBITAL

De  la televisión al internet

NO entendemos el empeño del Gobierno en insistir en la creación de un tercer canal de televisión abierta, cuando voces autorizadas lo consideran absolutamente innecesario y estiman que con las variadas ofertas de los canales de suscripción las opciones están muy bien cubiertas. En todo caso, de insistirse en esta alternativa, lo aconsejable sería hacerlo abriendo el abanico de posibilidades, mediante la plena libertad de canales como sucede en muchos países latinoamericanos.

En todo caso es bueno recordar que la adjudicación de ese tercer canal ha tenido muchas trabas porque siempre ha tenido  vacíos, lagunas e incongruencias que pueden ser semillero  de costosas demandas contra el Estado colombiano. No menos importante es calcular adecuadamente el equilibrio económico en las ofertas, de cara al mercado ya existente y que en lo relativo a la televisión abierta el duopolio RCN-Caracol la copa totalmente.

Para nadie es un secreto que la televisión por suscripción tiene una penetración cercana al ochenta por ciento de la audiencia nacional y su oferta es multicanal ya que ofrece más de cien oportunidades de sintonía.  Lo que sucede es que por esta vía los contenidos nacionales son mínimos. Lo bueno de esta situación es que los canales regionales vienen a llenar ese vacío y por ello han logrado un progreso significativo.

 A todo esto hay que agregarle el gran papel que juega hoy la televisión por Internet. Esta red de redes está cumpliendo por estas calendas veinte años de espectacular existencia y  ha cambiado dramáticamente la forma de relacionarse al hombre contemporáneo, derribando todas las barreras de tiempo y de espacio. Todos coincidimos hoy en que la participación masiva de la sociedad en las decisiones públicas, especialmente en los campos de la educación, la salud y el trabajo, le han cambiado el devenir a las democracias. Ha sido, igualmente, la gran herramienta para el conocimiento y la globalización. En estos veinte años todos hemos estado a un clic de la historia y del futuro.  Y nos hemos trasformado en la verdadera "Aldea Global".

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Las elecciones presidenciales norteamericanas se han convertido en un verdadero espectáculo de circo. Mientras el señor Donald Trump está a tan solo setenta votos de lograr ser ungido  oficialmente como candidato presidencial republicano, la señora Hillary Clinton está a noventa de poder conseguirlo. Pero ambos han hecho este recorrido verdaderamente dramático. Después de haber sido el orgullo de la clase empresarial, hoy parece ser la vergüenza de la clase política  Sigue padeciendo los cuestionamientos de la dirigencia de su partido, mientras su más probable contrincante no termina por convencer. Su oponente Bernie  Sanders  continúa cosechando victorias estatales en estas primarias de infarto, que han puesto en evidencia es que la señora Clinton ganará por la acción de los llamados superdelegados, que no son otra cosa que la maquinaria política tradicional bien aceitada.

Si las convenciones partidistas le dan la bendición -como todo parece indicarlo- a estas dos candidaturas, la lucha por la Casa Blanca será una de las más sangrientas en la historia electoral.  Ambos partidos deberán ir monolíticamente unidos si quieren lazarse con la victoria. Pero  ninguno de sus candidatos llegará con su imagen intacta para asumir el reto de dirigir la nación. El verdadero secreto para permitirle al triunfador.