GABRIEL ORTIZ | El Nuevo Siglo
Viernes, 5 de Octubre de 2012

Equilibrio tributario

 

Despuésde muchos meses de arduo trabajo, de muchos técnicos y expertos dedicados de tiempo completo a intensos estudios y ejercicios, y de mucha investigación y consulta con la gente, nació la criatura. Hoy tenemos a consideración de la opinión pública, el proyecto de una Reforma Tributaria que, hasta donde los primeros análisis permiten, parece encaminada a equilibrar la carga impositiva que debemos soportar los colombianos para sostener el Estado e impulsar el desarrollo.

No era un secreto que la tributación en nuestro país está recostada sobre los hombros de los menos favorecidos, cuando los grandes capitales, los terratenientes y en general los privilegiados pasan de agache, llenan sus bolsillos y se apoderan de todo.

El crecimiento de la informalidad, producto del desempleo, son generados por el castigo a las empresas con los parafiscales. Un empresario piensa seriamente antes de crear un puesto de trabajo que, por cada cien pesos, le cuesta 58 más para atender esos sobrecostos que cuelgan a la nómina.

Los castigos a las ganancias ocasionales se han traducido en una de las venas rotas y en el principal hueco por el que se van los impuestos. Esa es la evasión que se viene generalizando.

Los excesivos gravámenes a la gasolina, fuera de encarecer un elemento tan importante en el desarrollo de la economía, hacen que se incremente día a día el contrabando. Por ello, no basta con unificar el impuesto global y el IVA, sino  desmontar esos que se cobran, sin son ni ton, para inversiones sin control en departamentos y municipios.

Son muchas las cosas buenas, superiores a las malas, que contiene el proyecto. Está orientado a beneficiar a los más pobres, a equilibrar las cargas. Pero, como ocurre en nuestro medio, se malogra por acción de grupos de presión y de privilegiados que se niegan a permitir un mínimo de justicia social. Por ello, hay que abrir cuatro ojos para evitar que los tradicionales orangutanes que están al asecho en el Congreso, malogren la buena fe de un gobierno. En el Parlamento son escasos los técnicos en estas materias.

Vimos lo ocurrido con la Reforma a la Justicia. Ahora, ciertos parlamentarios deben estar a la caza de quienes les patrocinen el sabotaje a la iniciativa para llenar sus bolsillos y aspiraciones.

BLANCO: El éxito del doctor Felipe Gómez Jaramillo con la operación del Presidente.

NEGRO: La jauría contra Angelino.

gabrielortiz10@hotmail.com