GABRIEL ORTIZ | El Nuevo Siglo
Viernes, 1 de Junio de 2012

Pánico de los inocentes

 

Cuando Eduardo Montealegre fue designado Fiscal General hace dos meses, los colombianos sintieron un respiro, que se acrecentó al escuchar sus primeras declaraciones en torno de la manera como se adelantarían las investigaciones. Dijo categóricamente que se respetaría el derecho a la presunción de inocencia, es decir, que se tendría sumo cuidado para enjuiciar a una persona, si previamente no había pruebas que determinaran su culpabilidad.

La Justicia en Colombia quedó “patas arriba” cuando se optó por el Sistema Penal Acusatorio, que introdujo acuerdos y beneficios a los “soplones”. Nos implantaron de tajo el sistema anglosajón, que no se conjuga con nuestra idiosincrasia.

Ahí nació el desbarajuste actual que nos impide, con la confianza necesaria, identificar víctimas y victimarios, escapar de la justicia espectáculo y de la corrupción por parte de los investigadores que, como en el caso de Sigifredo López, vendieron a un canal de televisión la llamada “prueba reina”. Desde ese entonces ruedan por las redacciones de los diferentes medios sobres de manila con trozos de indagatorias y declaraciones, cuidadosamente escogidos.

Adicionalmente, acusaciones y rectificaciones de reconocidos malhechores van y vienen, para obtener rebaja de penas y beneficios a través del principio de oportunidad y de los preacuerdos.

El caso del exdiputado Sigifredo López es lamentable, pues difícilmente se puede entender una actitud de esa naturaleza en una persona de sus características. Tampoco es lógico colegir que una voz tan diferente a la de López sea “prueba reina” para ordenar de inmediato su captura y lanzar a la picota pública a un ciudadano que fue sometido por tantos años al inhumano secuestro por parte de las Farc. Hoy los investigadores están bajo la lupa de la opinión pública por sus actuaciones. Este caso y los muchos que “avanzan” en la maltratada Justicia, tienen a mucha gente inocente detenida, mientras sus acusadores alcanzan beneficios inexplicables.

La ciudadanía, el Poder Judicial y el Gobierno deben estudiar la situación actual y enderezar las cosas, aprovechando la famosa reforma a la Justicia que se debate en el Congreso.

Blanco. Si se quiere una negociación con los terroristas, se debe permitir que vuelvan a ser ciudadanos, con todos los derechos. Sólo así se puede lograr la anhelada paz.

Negro. El caso de Rolex de Fernando Londoño. ¿Dónde está, quién lo robó, existió, apareció, se aclaró el tema? Que esto tampoco quede en la impunidad…

gabrielortiz10@hotmail.com