General (r.) Luis Ernesto Gilibert V. | El Nuevo Siglo
Miércoles, 31 de Diciembre de 2014

PRISMA

Propósitos para el próximo año

Terminando  cada año y de cara al próximo, la mayoría de personas confecciona su lista de propósitos para el nuevo período, muchos retoman intentos fallidos de calendas anteriores, otros se regocijan del logro alcanzado en el cumplimiento de sus metas. Estos esfuerzos son a más de razonables, muy altruistas, pues rozan con las ilusiones y esperanzas, mostrando el ánimo que impulsa al ser humano hacia la perfección.

Me quiero unir a ese escenario presentando a consideración de mis amables lectores, una serie de temas destinados a conquistar un clima de tranquilidad y seguridad ciudadana, para tratar de consolidar un ambiente o sensación de equilibrio en toda la órbita.

Empecemos por nosotros y propongámonos enriquecer nuestro nivel de alerta personal  abarcando todo el  entorno, iniciando por  la  familia, incluyendo  compañeros de trabajo, y  el    sector habitacional acompañado del  social, concienciándonos  sobre los peligros que nos acechan y la obligación de mantenernos atentos, ya que diariamente ponemos en peligro la seguridad propia y ajena faltando al  compromiso personal. Los invito a utilizar nuestro celular con las precauciones  que la lógica y el buen juicio recomiendan, absteniéndonos de hablar por teléfono  cuando caminamos o conducimos automotores, en los dos eventos el riesgo es  grande y bajamos el grado de prevención que nos debe acompañar para evitar caer en manos de los antisociales. Les recuerdo que la  fortaleza proporcionada por el tejido social es incomparable; muy saludable fuera lograr un acercamiento amistoso con el grupo laboral y habitantes cercanos al hogar, para intercambiar conceptos sobre  planes y programas, destinados a procurar un compromiso general de seguridad, partiendo de la premisa que conocer los grupos humanos permite cerrar el  paso a sorpresas delictivas o actividades ajenas a la moral y buenas costumbres. Fijemos pues una meta de solidaridad, acercamiento y acuerdo ciudadano, tendiendo puentes de comunicación con la policía, alianza que fijará fronteras contra la delincuencia

El barrio, el conjunto, el edificio, es la organización social primaria, donde se establece la familia; es un deber cuidarlo, embellecerlo y defenderlo, los parque se convierten en centros de socialización, recreo y deporte, por lo tanto es obligación visitarlos, disfrutarlos familiar y mutuamente, evitando invasiones de personas ajenas al entorno, esa fraternidad engrandece y asegura la supervivencia y desarrollo del sector. Diseñemos estrategia que permitan atraer y comprometer los vecinos hacia acuerdos con la civilidad.

 Que ojala sea un objetivo para el 2015 desarrollar una red de comunicación vecinal, nada se pierde y mucho se gana conociendo el número telefónico de los habitantes del sector, una comunicación fluida entre amigos o conocidos, permite alertar ante situaciones amenazantes y sospechosas. Me volvería interminable escribiendo de prevenciones ante amenazas, pero solo los quiero invitar a lograr un 2015 con altos índices de seguridad.