La Orinoquia guayanesa es una de las regiones más interesantes del país en parte por su antigüedad geológica, sin embargo, son pocos los estudios en el campo biológico.
Pero, gracias al trabajo liderado por la Fundación Omacha, ONG que administra la reserva desde 2004, y en alianzas estratégicas con universidades, empresas del sector privado, organizaciones nacionales e internacionales e institutos de investigación como el Instituto Humboldt y su Línea Gestión de Recursos Hidrobiológicos, se ha recopilado toda la información posible acerca de la biodiversidad de Bojonawi.
El fruto de todos estos años de trabajo desde diferentes frentes: investigación, conservación, educación y formación, divulgación y ecoturismo se plasmó en el libro: Biodiversidad de la Reserva Natural Bojonawi, Vichada, Colombia: río Orinoco y planicie de inundación, editado por la Fundación Omacha y el Humboldt, en 2020.
En esta publicación, se registraron 17 especies de quirópteros (Chiroptera), más conocidos como murciélagos, entre ellas cuatro muy poco conocidas en el país: Diclidurus albus, Pteronotus personatus, Phylloderma stenops y Lonchorhina orinocensis. Esta última especie es endémica y está clasificada en la categoría de amenaza Vulnerable (VU), por el Ministerio de Ambiente, así como en la lista de especies amenazadas de la IUCN.
El número de especies se elevó a 40, gracias al trabajo desarrollado por el biólogo, candidato en la maestría en Restauración Ecológica, Juan Diego Ariza López miembro del Laboratorio de Ecología Funcional (LEF) de la Pontificia Universidad Javeriana y pasante de la Fundación Omacha, durante el año 2022 y 2023.
Fernando Trujillo, director científico de la Fundación Omacha, declaró: “Estamos muy contentos del reconocimiento que se le hace a Bojonawi como Aicom (Área de importancia para la conservación de los murciélagos). En el 2015, la reserva fue declarada como AICA (Área de Importancia para la Conservación de las Aves). Son reconocimientos a la conservación y el manejo que hacemos en la reserva, y nos llenan de retos para seguir protegiendo esta área tan importante, en la Orinoquia colombiana”.
Por su parte, Ariza López, afirmó: “A lo largo de mi carrera estuve muy interesado en estos fascinantes mamíferos voladores. Cuando me enfrente a realizar mi tesis, la Fundación Omacha me acogió y acepto mi propuesta, la cual se desarrolló en la Reserva Natural Bojonawi. Mi objetivo fue registrar cuáles especies se encontraban en los bosques y las sabanas naturales de la reserva. Para ello viví durante dos meses en la reserva. Antes de mi paso por la reserva había un registro de 17 especies de murciélagos, para mi sorpresa cada noche encontraba una especie no registrada: murciélagos de diferentes tamaños, formas y colores, fue una experiencia increíble. Cuando terminé, había encontrado un total de 40 especies de murciélagos, un número bastante alto. Dentro de los resultados se resaltan especies que no habían sido registradas antes en el país, la Orinoquia y el Vichada; adicionalmente especies catalogadas como vulnerables, datos deficientes y raras”.
Por los resultados obtenidos de este estudio, junto con Jairo Pérez Torres (LEF) y Fernando Trujillo se tomó la decisión de postular a la reserva como un Aicom.
Según la Relcom, las Aicom son una herramienta imprescindible para la protección de murciélagos, gracias a la declaración de áreas y sitios protegidos de ámbito local. Actualmente, en Latinoamérica se reconocen 156 Aicom, con la certificación de Bojonawi son siete en Colombia.
Datos
Los murciélagos son organismos que cumplen un papel muy importante en los ecosistemas donde se encuentra, como la polinización, la dispersión de semillas, y el control de insectos que pueden convertirse en plagas.
En el libro Murciélagos: una especie desconocida en la Orinoquía colombiana, del autor Gabriel Ernesto Pantoja Peña, se encuentran datos interesantes sobre este grupo de mamíferos como los siguientes:
Los murciélagos y las aves son los únicos vertebrados con capacidad de vuelo verdadero, siendo los primeros los únicos mamíferos voladores, a diferencia de las «ardillas voladoras» y los “lémures voladores” que no vuelan, sino que planean.
El vuelo de los murciélagos facilita su desplazamiento al interior de los bosques en donde habitan, alcanzado de esta forma una mayor diversidad en cuanto tipos de alimento.
Su capacidad de vuelo es producto del proceso evolutivo que transformó sus miembros anteriores en alas. La modificación de la mano es la más sorprendente, al desarrollar un crecimiento desmedido de los dedos II al V. Además, el pulgar (pollex – dedo I) es reducido, el cual funciona como elemento de apoyo en algunas especies, y es de un tamaño reducido casi inexistente en otras especies.
En general, los murciélagos no inician el vuelo desde el suelo, sino que comienzan desde sitios altos desde los cuales se sueltan, aletean y se sostienen en vuelo. Sin embargo, la especie Desmodus rotundus puede iniciar su vuelo desde el suelo, con un salto que lo impulsa.
Los murciélagos utilizan el sistema de ecolocación o ecolocalización para orientarse y percibir su entorno. Este sistema también lo utilizan los delfines y ballenas.
Por su capacidad de vuelo, se distribuyen en casi todo el planeta Tierra, con excepción de los polos, las nieves perpetuas e islas oceánicas muy alejadas de los continentes.
Además, son animales longevos, su promedio de vida es de 30 años aproximadamente. Alcanzan la madurez sexual a los dos años de vida, el periodo de gestación varía entre especies: de 45 a 240 días, las camadas son de una a dos crías y reciben cuidado parental.
Los gremios tróficos agrupan especies que pueden explotar el mismo recurso alimenticio. Para los murciélagos se han descrito los siguientes gremios: frugívoro, nectarívoro, polinívoro; así mismo: insectívoro, carnívoro, hematófago y omnívoro.
La Reserva Bonojawi está ubicada en el municipio de Puerto Carreño al nororiente del departamento de Vichada, en la Orinoquia colombiana. Tiene una extensión de 4.682 hectáreas.