Guillermo Franco Camacho | El Nuevo Siglo
Sábado, 25 de Abril de 2015

SAGITARIO

Antesala

Se  espera terminar pronto el análisis de El Choque de las Civilizaciones y la Reconfiguración del Orden Mundial (Paidós, Buenos Aires, 1977), de Samuel P. Huntington. Se prevé que la Civilización Occidental tendrá roces fuertes con China, adoptará las medidas conducentes y se comienza por indicarlas: el Occidente debe mantener  superioridad militar y cabe señalar que EE.UU., Gran Bretaña y Francia son los únicos países con capacidad demostrada de intervenir en cualquier nación y, además, debe preservarse la identidad cultural, étnica y social. Por otra parte, ha de reiterar sus valores, por ejemplo, democracia, libre empresa, derechos humanos, prohibir las armas de destrucción masiva, igualdad ante la ley, validez de los contratos, competencia en los mercados, propiedad privada, libre opinión y elección, tolerancia religiosa; la decadencia empieza históricamente cuando baja el índice de inversión, lo cual abre la vía para el ejercicio adecuado de la política económica y de crecimiento y el Occidente tiene el liderazgo en este terreno, cual se deduce de la praxis y los premios Nobel de Economía. Del fuero personal, se pone énfasis en mantener la primacía en ciencia, tecnología e innovación (CTI).

El Occidente no se ha descuidado en la materia y, por ejemplo, ha invitado a algunos países a establecer nexos con su órgano máximo de seguridad, es decir, la Organización del Atlántico Norte (OTAN), cual ha ocurrido con Colombia, ha sido categórico en mantener la integridad de los países bálticos, Ucrania en particular, frente a las pretensiones de la Federación de Rusia, vástago heredero de la Civilización Ortodoxa, y se entiende que el presidente Barack Obama es firme en mantener la iniciativa en CTI.

Huntington señala algunos postulados. Lo más peligroso es el conflicto entre civilizaciones: es el riesgo máximo para la paz mundial y habla de “guerras de línea de fractura”. Las grandes civilizaciones se relacionan con las grandes religiones y cabe indicar que no se han fundado en el Occidente donde, por el contrario, se originan ideologías y una de ellas, el comunismo, considerado una herejía occidental, se utilizó para combatir su fuente geográfica, lo cual se prueba al recordar que sus creadores fueron alemanes: Marx y Engels. Hay civilizaciones principales y periféricas, América Latina está en la segunda y, de integrar la Occidental, se la ubica como “emparentada”.