GUILLERMO FRANCO CAMACHO | El Nuevo Siglo
Domingo, 8 de Septiembre de 2013

Fascismo

 

De  no ser por Nicolás Maduro y su interpretación de los roces entre Venezuela y Colombia, quien escribe no se habría interesado en el fascismo; es de justicia elemental decirlo. La mención referida fue dogmática, breve, escueta y se considera conveniente ampliarla. El estudio comenzó con Teoría del Desarrollo Capitalista (Fondo de Cultura Económica, México, 1958) de Paul Sweezy quien extrae rasgos de la escuela política citada y se explaya en ángulos internacionales. Luego se examinó…Y Mussolini Creó el Fascismo (Plaza & Janés, Barcelona, 1977) de Néstor Luján y Luis Bettonica quienes muestran la trayectoria, origen y final del dictador. La tercera fuente es El Fascismo (Alianza Editorial, Madrid, 2001) de Stanley Payne, centro de estas líneas y la más satisfactoria de las obras consultadas al cubrir la historia, esencia y características del tema tratado. El autor señala que estos aspectos son complejos, el consenso se dificulta y no es fácil identificar un “fascismo genérico”; el obstáculo puede residir en que sus máximos exponentes, o sea, el fascismo italiano y el nazismo alemán, carecieron de la oportunidad plena de evolución. En efecto, la segunda Guerra Mundial terminó en 1945 y los movimientos indicados llegaron al poder en 1922 y 1933 respectivamente.

Sostiene Payne que el fascismo fue un fenómeno europeo, ubicado básicamente en Europa central, derivado de la primera Guerra Mundial con auge en el período entre guerras. No floreció en la América Latina, aunque Perón incorporó elementos y de la materia se conoció en México, Brasil y Chile. En cuanto a características, surgió lo siguiente de las primeras lecturas: relación con el capitalismo, violencia, milicias, partido único, soporte en clases medias, demagogia económica, imperialismo y expansión, capitalismo de Estado y teoría del espacio vital (ver “Sweezy”).

Respecto a rasgos del fascismo, Ernst Nolte, citado por Payne, agrega: antimarxismo; antiliberalismo; anticonservadurismo; ejército de partido y totalitarismo. La lista propia de Payne incluye antiliberalismo, anticomunismo; anticonservadurismo parcial; Estado nacionalista autoritario; estructura económica integrada, regulada y pluriclasista, sea corporativa, nacionalsocialista o nacionalsindicalista; regulaciones sobre mitines, símbolos, realce masculino, papel de la juventud y estilo de mando personal, autoritario y carismático. Payne plantea siete clases de fascismo, doce teorías sobre sus causas con aportes de Erich Fromm y Theodore Adorno. El presidente Maduro enfrenta una labor interesante.