Guillermo Franco Camacho | El Nuevo Siglo
Sábado, 2 de Enero de 2016

SAGITARIO

¿Quimeras?

“Hay una inclinación al chisme y los rumores”

 

Se propuso a la Asamblea Nacional Constitucional de 1991, vía la desaparecida Asociación Colombiana de Agentes de Aduana, eliminar las facultades discrecionales del Estado y reemplazarlas por la transparencia absoluta; se utilizó la ruta indirecta porque el Estado hace caso a las personas jurídicas y no a las naturales. Hay diferentes categorías entre los entes jurídicos y políticos porque se fracasó, pese al respaldo del Nuevo Liberalismo. Quien escribe sugirió la aplicación de la idea a la política de personal del Gobierno Nacional a fin de suprimir la pseudomoralidad: colapso total; sin embargo, hubo un reclamo exitoso del Coronel José Javier Toro Díaz, de la Policía Nacional.

 

Otro fiasco fue el apoyo personal a los fallidos proyectos de ley sobre cabildeo del, en ese entonces senador Germán Vargas Lleras; la esperanza podría renacer cuando Vargas sea Presidente de la República. ¿Fueron quimeras estos intentos?  

 

Se reconoce la anómala institución de los falsos testigos y testimonios, se  pronuncian distinguidas personalidades, surgen foros de discusión, existe el inventario pertinente en la Fundación de Sigifredo López y en la Fiscalía General de la Nación, se  producen condenas, en fin, se configuró la etapa de transición en la corrección del problema y ojalá no se detenga; se plantea la máxima prioridad en la solución de los casos ocurridos hasta el presente y elevar las sanciones. Tales testimonios y testigos deben ser sustituidos por pruebas científicas, técnicas y eficiencia operativa. Resueltos los casos vigentes, conviene ir al pasado porque el problema viene de tiempo atrás, lo cual sería una segunda y alta prioridad; se cuenta, además, con el manejo adecuado de la situación por el periodismo judicial visto el liderazgo de Daniel Coronell y el diario El Tiempo indica siempre cuando le ha sido imposible consultar todas las fuentes.

 

Determinar la causa de las referidas falsedades requiere una hipótesis concreta y ahí va: la inclinación colombiana al chisme, incluyendo los rumores perversos. La hipótesis se sustenta en observación personal y combinación de conclusiones de diversas raíces. Luce sólida y sería una fantasía pensar que se pueda corregir pronto, aunque es factible diseñar una estrategia para el muy largo plazo al requerirse cambios generacionales. Las ideas señaladas se han expuesto parcialmente y, en próxima oportunidad, se mostrará el proceso intelectual de modo integral.