De un parlamento aliado a un gobierno distante: el asilo de Edmundo en España | El Nuevo Siglo
EL líder del conservador Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo (d), y la secretaria general del partido, Cuca Gamarra, aplauden después de que los diputados votaran a favor del reconocimiento por parte del Estado español de Edmundo González Urrutia como ganador de las elecciones venezolanas, en el Congreso español. /AFP
Miércoles, 11 de Septiembre de 2024
Pablo Uribe Ruan*

El reconocimiento de Edmundo González Urrutia como presidente electo y legítimo de Venezuela por parte del Congreso de los Diputados de España, este miércoles, ha sido un paso importante para la oposición venezolana y su objetivo de lograr el suficiente apoyo internacional para impulsar una transición a la democracia que ponga fin a la dictadura chavista. “¡Hoy hemos obtenido otra victoria más! ¡Avanzamos!”, ha dicho la líder opositora María Corina Machado.

Lejos de Caracas, de donde salió el domingo pasado en un avión del ejército español rumbo a Madrid, lugar de su asilo político, González Urrutia ha sido reconocido por el Congreso, pero aún no cuenta con el aval del jefe de Gobierno, Pedro Sánchez, quien ha dicho que va esperar hasta diciembre para decidir si reconoce a González o no, según revela El Independiente.

Sánchez apuesta por las eventuales negociaciones entre el régimen de Nicolás Maduro y algunos países como Brasil, México y Colombia. Con esa intención, no le sirve, todavía, reconocer al líder opositor como presidente electo porque ello podría entorpecer las conversaciones para impulsar una transición pactada.

La oposición venezolana alega que el dictador Nicolás Maduro gana tiempo y oxígeno con estos diálogos, como muestra la experiencia de los 28 veces que se han sentado régimen y oposición desde 2010.

Electo y legítimo

Asilado desde el domingo en Madrid tras una orden de captura en su contra por parte de la ilegítima fiscalía al servicio del régimen de Maduro, González Urrutia ha permanecido en silencio y no se le ha visto en las calles de Madrid durante las manifestaciones frente al Congreso el martes y la sesión parlamentaria de ayer a la que asistieron figuras de la oposición venezolana en el exilio como el exalcalde de Caracas, Antonio Ledezma, el líder de Voluntad Popular, Leopoldo López y su hija Carolina González.

La poca actividad pública del presidente electo de Venezuela se debe a su condición de asilado político y el rol de mediador que intenta tener el gobierno de Sánchez en Venezuela. Con el reconocimiento del Congreso, sin embargo, se abre un espacio para que el líder opositor opere desde territorio español como el máximo líder de su país y pueda manifestarse en público como tal.

Esto parcialmente. Al no ser todavía reconocido por Sánchez, González Urrutia tiene por delante unos meses en España que van transcurrir entre la legitimidad reconocida por la oposición española (Partido Popular, VOX y otros) y las mayorías parlamentarias, y el silencio del oficialismo del Partido Socialista Obrero Español y sus aliados, que defienden el asilo del líder opositor por razones ”humanitarias”, pero no coinciden con la presidente de la comunidad de Madrid, Isabel Diaz Ayuso, en que el asilo haya sido concedido para que Madrid se convierta en la sede política del gobierno legítimo en el exilio mientras que la dictadura de Maduro cesa.

AFP
Edmundo González Urrutia se encuentra desde el domingo en Madrid y tramita su asilo, ante la persecución del régimen Maduro./Archivo AFP

Este complejo escenario abre la puerta a varios interrogantes. En España viven más de 390,000 venezolanos según el “Instituto Nacional de Estadística (INE)”, menos que en otros países como Panamá, Chile o Estados Unidos, que eventualmente también podrían haber sido el lugar del asilo político de González Urrutia. ¿Por qué decidió asilarse en España?

 

Es cierto que, en España, aparte de Ledezma y López, se encuentran Julio Borges y la familia de González.  Este país, además, es la puerta de entrada a la Unión Europea (UE), cuyos 27 miembros aún no han reconocido al líder opositor. Pero, al mismo tiempo, gobierna Sánchez, quien mantiene relaciones diplomáticas con el régimen de Maduro y respalda abiertamente las labores de José Luis Rodríguez Zapatero en Venezuela, visto por varios sectores de la oposición venezolana -no todos- como un “cómplice” de la dictadura chavista. ¿Qué le da España a González, aparte de estar con su familia?

Puede ser que el presidente electo de Venezuela vea que en España están los aliados más cercanos a la causa de liberar su país del actual régimen cívico-militar. Esta es la razón por la que, como en pocos países -tal vez Chile con Gabriel Boric-, el Partido Popular haya presentado con especial interés “una proposición no de ley” para reconocer a González Urrutia, aprobada este miércoles con 177 votos a favor (de 365).

Durante la sesión del martes, la diputada del PP, Cayetana Álvarez de Toledo, ponente de la proposición, manifestó su particular interés por “la liberación de Venezuela” y dijo que, “Venezuela es un frente en la defensa del orden liberal y global”. “España tiene una responsabilidad histórica y moral con Venezuela”, destacó.

Zapatero y la UE

Al final de su discurso, Álvarez Toledo hizo énfasis en el rol que está jugando el expresidente español. “El cinismo no merece premio. A Edmundo lo despojan y a Zapatero lo encumbran”, dijo, en referencia a este lobista y negociador socialista en Venezuela, quien, desde la barrera, influye fuertemente en la posición del gobierno español, por su cercanía con Pedro Sánchez y Josep Borrell, alto representante para los asuntos exteriores de la Unión Europea.

Denunciado ante la Corte Penal Internacional (CPI) por “complicidad en la violación de los derechos humanos en Venezuela”, Zapatero ha sido el gestor y convocante de las últimas cinco mesas de diálogo entre el régimen de Maduro y la oposición venezolana, de las cuales han salido algunos avances como “Los Acuerdos de Barbados”, que finalmente fueron incumplidos por la dictadura al violar las garantías electorales de la oposición en las elecciones primarias.

El expresidente español también ha cumplido un papel determinante ante la Unión Europea, por lo que la oposición venezolana lo tacha de “blanquear a la dictadura” en Bruselas y otras capitales europeas. Parte importante de la explicación de por qué el bloque no ha reconocido a Edmundo González se debe a sus gestiones ante Borrell y otros líderes europeos.

En los últimos dos meses, la UE ha monitoreado el caso de Venezuela y ha llegado a la conclusión de que si reconoce a González podría correr el riesgo de que suceda lo mismo que con el entonces presidente interino, Juan Guaidó, reconocido en su momento por todo el bloque.

Los líderes de la diplomacia europea, como Borrell, creen fundamentalmente eso y ven, según revela El País, poco cercana la posibilidad de que en los próximos meses se reconozca al presidente electo. Por el contrario, apuestan a que los diálogos liderados por México, Colombia y Brazil prosperen y terminen en una salida negociada del poder de Maduro.

Firme con esa posición, la UE ahora tiene a Edmundo González asilado en uno de sus países miembro y posiblemente liderando el gobierno electo de Venezuela desde Madrid. Puede pasar un tiempo, unos meses, pero en algún momento será insostenible el argumento de que González Urrutia es lo mismo que Guaidó.

Mientras tanto, Edmundo González Urrutia comienza su batalla política desde un país cuyo gobierno cree, a pesar de su Parlamento, en el diálogo con el dictador Maduro, que ha impuesto un modelo autoritario y dictatorial, ese mismo que Sánchez y Zapatero han criticado cuando se trata de hablar de Franco y su pasado.

“Tan duritos con los dictadores muertos, tan blanditos con los dictadores vivos “, alguna vez les dijo Álvarez de Toledo, y es verdad.

* Analista y consultor. MPhil en Universidad de Oxford.