GUILLERMO FRANCO CAMACHO | El Nuevo Siglo
Domingo, 13 de Mayo de 2012

Tierras

 

Se  ha tenido la oportunidad de estudiar el documento de política pública titulado Política Integral de Tierras. Desafío de la Formalización y Restitución a Despojados. Una apuesta social y de desarrollo rural (mayo 2011), cuyo autor es Gonzalo Araújo y quien tuvo el auspicio de la Corporación Siglo XXI y la Fundación Konrad Adenauer. La fecha significa que es un antecedente temprano tanto de la legislación que cursa en el Congreso como de la obra Política Integral de Tierras. Un viraje trascendental en la restitución y formalización de la propiedad agraria (noviembre 2011) de Juan Camilo Restrepo, ministro de Agricultura y Desarrollo Rural. Gonzalo Araújo se desempeña como asesor del Ministro.

La magnitud del problema es tal que, sin duda, el análisis del par de textos señalados requerirá varios artículos. Araújo comienza por señalar lo que pretende: mostrar un modelo de desarrollo rural equitativo y competitivo internacionalmente que mejore condiciones de vida y reduzca la pobreza. El esquema atacaría “la elevada concentración de la tierra” traducida en minifundios ineficientes y latifundios subutilizados o inexplorados acompañados por “desplazamiento forzado de más de 700 mil hogares, el despojo de tierras y los cultivos ilícitos”.

La solución recuerda terminología usual en la ciencia económica: competitividad acompañada por incremento de la productividad, y la consiguiente reducción de costos de producción y comercialización, aunada a la tecnología “teniendo como base procesos de investigación, transferencia e innovación”. Juega, también, “la infraestructura de transporte y comercialización”. Habría sido interesante la mención de convenientes conexiones institucionales.

Las estrategias señaladas por Araújo son las siguientes: “1) formalización de predios; 2) revisión y actualización de la Ley 2 de 1959 (Ley de Reserva Forestal); 3) convivencia de la agricultura de escala con la mediana y pequeña producción; 4) nuevas formas de aprovechamiento del suelo; 5) competitividad para el sector; 6) política de restitución de tierras”. Lo anterior se complementa con la “superación de aquellas barreras identificadas a cada subsector”. Se dará mayor atención, debido a los ángulos social y político, a los aspectos tratados en los numerales primero y sexto, es decir, a la formalización y restitución de tierras.

Quien escribe está totalmente convencido de ser esencial lo rural para lograr la paz. Dicha convicción se deriva de la lectura de Acuerdo Posible. Solución negociada al conflicto armado colombiano. (2008) de Marck Chernick.