GUILLERMO LEÓN ESCOBAR | El Nuevo Siglo
Martes, 4 de Junio de 2013

El arte de preguntar (II)

 

Quienes por vocación  trabajamos con jóvenes sabemos que las preguntas, los interrogantes  vienen desde la fe que tienen y si a veces nos sentimos desconcertados es porque a ellos no les sirven los zapatos ajenos y quieren  fabricarse los propios. Me gusta pensar que  las respuestas son “artesanales”,  auténticas, que no existe una fabrica de respuestas, que no se ha industrializado aún la respuesta para las grandes preguntas sino que cada quien las va labrando, las va construyendo.

Cuando se lee con pasion el evangelio se descubre que estos jovenes tienen razón como la tiene hoy el Papa Francisco frente a los sabihondos que no se interrogan y no quieren un cristianismo en diálogo con el mundo

Estamos de cara al desafio de la Globalizacion. La historia ha volteado página. Algo nuevo ha comenzado. Cada tanto en la historia acontece que se marchitan las preguntas y se vuelven mustias las respuestas. El Imperio Romano se derrumbó cuando fue incapaz de darles una dimensión nueva  a sus convicciones. Dentro de esta Era Cristiana también ha ocurrido que un primer capítulo centrado en la evidencia de un Dios celoso y absorbente llega hasta el siglo XIII cuando a algunos hombres se les ocurre que es preciso volver a preguntarse y rescatarle al Hombre la centralidad en la historia y surgen esas generaciones maravillosas de Miguel Ángel, Leonardo Da Vinci, Galileo y de Bernini. Más tarde vino la soberbia del ser humano y se llegó a pensar que Dios sobraba. Se declaró que  Dios era el gran pensionado de la historia y se preparó el campo para que triunfara la razón avasallando la fe y se abrió camino a la cultura de la muerte. De repente luego de ese fracaso se intenta recuperar enunciados loables como son aquellos de la Revolucion Francesa y de la Revolucion Americana  que desarrollan los Derechos del Hombre y del Ciudadano y que apenas ahora despuntan en unas incipientes democracias que están ya descubriendo que para “Ser” deben preguntarse de nuevo “¿Qué es el Ser humano?”. ¿Quién es el Otro? ¿Quién es Dios? ¿Dónde está Dios? Porque la razón sin la fe es un vuelo imposible. Y solo con las dos en diálogo se podrá responder a las inquietudes del hoy y a las nuevas interrogaciones.

Estas generaciones nuevas nos han desconcertado no solo con las formas sino con las preguntas que portaban y que se hace  indispensable responer con ellos.Estas generaciones nos están desafiando desde el genoma, el ADN, desde la Bioética, la clonación, desde la eutanasia, desde esa forma extraña de eutanasia que son  la pobreza o la exclusión, desde la  embriología, desde la  fecundación, desde la selección de la especie. Y es aquí donde hay que trabajar porque se nos acabó la cartilla, se nos agotaron las recetas, y se hace indispensable volver a tomar el evangelio y el sano magisterio de la totalidad de la Iglesia y pedir juntos la inspiracion del Espíritu Santo que no se agotó en el Pentecostés sino que busca afanosamente irrumpir a través de nosotros en la historia de hoy.

guilloescobar@yahoo.com