Cayó ‘García’, capo del ‘Clan del Golfo’ en Turbo, Antioquia | El Nuevo Siglo
Foto: FF.MM
Viernes, 26 de Julio de 2024
Redacción Web

La muerte del gallo de pelea más preciado por Luis Alberto Furnieles Garces, alias ‘García’ o ‘Granados’, le permitió a la Policía Nacional de Colombia frenar las intenciones expansionistas del ‘Clan del Golfo’ hacia los departamentos de Magdalena, Cesar y La Guajira, que incluía la creación de un ‘Equipo Élite’.

Alias ‘García’ fue capturado en una pequeña casa de ladrillo del corregimiento El Tres, en zona rural del municipio de Turbo, Antioquia, donde se había escondido debajo de la cama.

El fin de sus 10 años de actividad criminal comenzó cuando un subalterno de ‘García’ desafió a sus dos mejores gallos, riñas en las que el capo apostaba millonarias cifras de dinero en efectivo, joyas y hasta casas y fincas, a sabiendas de que siempre ganaba o lo dejaban ganar.

Pero esta vez su gallo consentido murió en el palenque y, en represalia, optó por desterrar a su contrincante y a sus hombres más cercanos, quienes aportaron información clave para dar con el paradero del hombre que había llegado a la Sierra Nevada de Santa Marta a librar una guerra a muerte contra ‘Los Pachenca’ y el Eln, por el control de rutas del narcotráfico en el Caribe colombiano.

‘García’, quien le habría pagado 50 millones de pesos a una bruja por rezarlo y mantener a las autoridades alejadas de él, había recibido la orden del tercer cabecilla de la organización, ‘Rodrigo Flechas’, de trasladar personal desde el Urabá chocoano y antioqueño hacia el Magdalena, incluidos menores de edad víctimas de reclutamiento forzoso.

El cabecilla, quien utilizaba tres sistemas de mensajería encriptada para mantener en secreto sus comunicaciones, también pretendía trasladar personal con entrenamiento especial para conformar un cuerpo élite, tal como lo revela uno de los chats en poder de los investigadores.

En las comunicaciones quedó en evidencia que direccionaba la consolidación del bloque ‘Nelson Darío Hurtado Simanca’ en la Costa Caribe colombiana, buscando tomar el control de rutas de tráfico de estupefacientes desde los puertos de comercio exterior, contaminando contenedores y lanchas rápidas, que le permitieran el sostenimiento económico de la expansión de la organización.

En zona rural de los departamentos de La Guajira, Magdalena y Cesar, lideraba acciones armadas contra la fuerza pública, buscando diezmar su accionar y facilitar el cultivo, producción, tráfico y distribución de estupefacientes hacia mercados ilícitos internacionales en Estados Unidos y Europa.

El mayor problema para su captura implicaba que casi nunca salía de la Sierra Nevada. Cuando bajaba, realizaba los desplazamientos en horas de la noche, utilizando una red de automóviles de bajo perfil, conducidos por colaboradores de la organización, quienes lo transportaban en movimientos pendulares entre inmuebles seguros ubicados en los departamentos de Magdalena, Atlántico, Bolívar, Sucre, Córdoba y, finalmente, Antioquia.

Precisamente, las labores de inteligencia permitieron determinar en las últimas horas que el cabecilla viajaría hasta zona rural de Turbo (Antioquia), para participar de una rendición de cuentas, donde finalmente cayó en poder de la Policía Nacional de Colombia. “Fue una operación limpia, la cual hace parte de la ofensiva frontal contra la criminalidad ordenada por el señor Presidente de la República, en este caso contra el ‘Clan del Golfo’”, señaló el director general de la Policía Nacional, general William René Salamanca Ramírez.