Henry Bradford Sicard | El Nuevo Siglo
Jueves, 23 de Abril de 2015

DESARROLLO MÁS ARMÓNICO

Semana sostenible

Desde  tiempos remotos, el ser humano ha buscado “domesticar” su entorno, llegando a alterar el planeta drásticamente, constituyéndose en un factor determinante en la transformación del mismo. Aun así, no todas las culturas han incidido de igual manera en el medio; algunas han elaborado un tipo de sociedad que les ha permitido mantenerse en armonía con éste, mientras que otras se han desarrollado con base en una relación desequilibrada con su entorno, es decir, son sociedades insostenibles.

Durante los años setenta comenzaron a desarrollarse movimientos que creían en modelos de desarrollo más respetuosos con el medio natural y humano. Sin embargo, no es sino hasta las últimas décadas en las que la noción de Sostenibilidad ha ido tomando forma y cierto consenso, transformándose en un concepto institucional, e incorporándose cada vez más en los discursos empresariales y políticos.

Instituciones como la Organización de Naciones Unidas, Greenpeace y Amigos de la Tierra y eventos tales como la Cumbre de Rio, han sido esenciales para llamar la atención a los cerca de 7 mil millones de habitantes que tiene el planeta, sobre la necesidad de adoptar medidas urgentes para frenar el cambio climático, impedir que continúe la degradación del planeta y reducir las desigualdades, debido a que el deterioro ambiental amenaza seriamente el futuro del mundo. En los últimos años, en una serie de conferencias globales, que tenían como fin crear un marco de gobernabilidad diferente para enfrentar un nuevo tipo de desarrollo más armónico entre todos los niveles (ambiental, económico, social e institucional), se dio origen al término “desarrollo sostenible”.

El objetivo del desarrollo sostenible es definir proyectos viables y reconciliar los aspectos económicos, sociales y ambientales de las actividades humanas; "tres pilares" que deben ser tenidos en cuenta por parte de las comunidades, empresas y personas. La sostenibilidad económica se logra cuando la actividad que se desarrolla hacia la sostenibilidad ambiental y social es financieramente posible y rentable. La sostenibilidad social está basada en el mantenimiento de la cohesión social y en la habilidad para trabajar y conseguir objetivos comunes y la sostenibilidad ambiental, es la compatibilidad entre una actividad determinada y la preservación de la biodiversidad y de los ecosistemas, evitando la degradación del medio ambiente.

Precisamente hoy estamos en la semana de la sostenibilidad, creada hace varios años, para concienciar a la comunidad mundial sobre la manera en la que podemos seguir promoviendo los asuntos ambientales y sociales desde las empresas, las ciudades, los países y las diferentes regiones del mundo. En Latinoamérica, y particularmente en Colombia, esta semana estará enmarcada por una serie de actividades en instituciones tales como colegios y universidades, que buscan generar conciencia sobre temas ambientales y sociales y que llevarán a replantearse muchas preguntas sobre cómo podemos aportar, desde lo personal, a encontrar mejores formas de hacer las cosas, teniendo en cuenta siempre el impacto que se puede generar a nivel ambiental, social y económico.

Respecto de las empresas, considero que la necesidad de lograr un desarrollo sostenible y socialmente responsable, es cada vez menos una labor complementaria de las compañías y más un requisito para su subsistencia en el largo plazo.