HENRY BRADFORD SICARD | El Nuevo Siglo
Jueves, 20 de Febrero de 2014

Solidaridad con Venezuela

 

La situación que se vive en nuestro vecino país, Venezuela, está cada día más complicada; los habitantes se enfrentan a condiciones económicas y de desabastecimiento muy difíciles desde hace mucho tiempo: cuando se disponen a comprar productos de primera necesidad, no los encuentran ya en las tiendas o deben pagar demasiado por los que todavía hay. Este aumento absurdo de precios es debido a que Venezuela es actualmente, uno de los países con índice de inflación más altos del mundo.

La semana pasada el Banco Central de Venezuela publicó el índice de escasez de productos, que llegó a la cifra histórica del 28%; este índice es una medida contundente que demuestra la poca oferta que llega a los consumidores. El control absurdo que tiene el Gobierno para no dejar negociar divisas ha ocasionado que las empresas no puedan importar productos, a pesar de que su economía dependa en gran medida del comercio internacional.

El “Estado”, por su lado, sigue tratando de tapar el sol con las manos; la manera de afrontar esta situación, así como la de violencia, delincuencia y otros problemas, es a través de discursos distractores que intentan desviar la atención hacia los “enemigos del gobierno”, espejismos de variada índole y falsas promesas que lo único que hacen es tratar de centrar la atención en otras cosas y tapar la crisis económica por la que está atravesando la nación.

Esta situación es preocupante para Colombia, porque aunque desde hace muchos años nuestros empresarios empezaron a buscar otros socios comerciales y hoy día ya han diversificado el comercio con otros países del mundo, Venezuela sigue siendo un socio comercial importante para nuestros productos. Las exportaciones hacia ese país son un porcentaje alto del total del comercio y han estado marcadas por momentos complicados, en materia de las relaciones diplomáticas, así como por las medidas cambiarias que dificultan enormemente el pago de los productos.

Desde otra perspectiva, también hay que decirlo, la inestabilidad que ha vivido Venezuela en la última década ha sido muy positiva para Colombia. Muchas de las multinacionales que tenían su centro de operaciones en ese país se han trasladado al nuestro; nuevos negocios que buscaban conquistar el mercado en Latinoamérica, huyen de Venezuela y, por el contrario, prefieren venir a Colombia por la seguridad que les representa nuestra estabilidad económica, jurídica y política. Adicionalmente, muchos de los empresarios venezolanos, temerosos por la inestabilidad de su Gobierno, han decidido emigrar a otros lugares en busca de oportunidades y su destino principal es Colombia. Toda esta situación ha sido positiva para nuestra economía porque hemos recibido capital humano con poder adquisitivo, emprendedores con capacidad de inversión y personas demandando vivienda y productos.

Me entristece mucho ver a nuestros vecinos viviendo esta realidad tan lamentable, padeciendo diariamente esos niveles de violencia, injusticia, corrupción y crisis económica, al que ha llevado a una gran nación un gobierno absurdo y ladrón.

Espero, por el futuro de los venezolanos, que esta situación no dure muchos años más.