HORACIO GÓMEZ ARISTIZÁBAL | El Nuevo Siglo
Domingo, 25 de Noviembre de 2012

Sembrar el petróleo

 

Al  César lo que es del César … La Regeneración, según la voz autorizada de Darío Echandía, colocó la base institucional para el desarrollo de Colombia. Miguel Antonio Caro impuso en la Constitución de 1886, un principio considerado por muchos “socialista”. Reza así esta importante norma: “ … cuando de una ley expedida por motivos de utilidad pública resultaren en conflicto los derechos particulares, con la necesidad reconocida por la misma ley, el Interés privado debería ceder al interés público”. Núñez, a su turno, lanzó su fórmula de “Centralización política y descentralización administrativa”. En la práctica, esta sentencia tan sabida y necesaria en nuestro país, no ha tenido pleno cumplimiento. Los repartos a los departamentos no son equitativos, desde el punto de vista del dinero, los servicios y las asesorías. La descentralización se ha interpretado como fuente de grandes privilegios burocráticos como son las loterías, las licoreras, los senadores, los representantes y otros entes seccionales como los tribunales, las  asambleas.    

Los países petroleros en una buena proporción han tenido como política fundamental y perdurable fortalecer la infraestructura. A esto se le llama sembrar el petróleo. Construir carreteras, hacer puentes, mejorar los puertos marítimos y fluviales, pavimentar troncales y penetrar zonas claves. Sin vías de comunicación no puede existir desarrollo. Un presidente de México se hizo famoso con una frase. “Es mejor un kilómetro de carreteras, que 20 escuelas.

 Con carreteras tendremos dinero para escuelas, universidades y hospitales … Pero sin plata todo se paraliza  y queda en buenas intenciones…”

Asombra la importancia que tiene el petróleo en la industria y el comercio. El petróleo mueve los aviones de propulsión, los automóviles, los camiones. El petróleo da aceite para motores Diesel, barcos y maquinaria agrícola. Subproductos del petróleo sirven para lubricar y para iluminar. El asfalto líquido - proviene del petróleo- inmuniza las construcciones y sólido da consistencia a las carreteras. La química hace milagros con derivados del petróleo. Saca amoniaco para abonos, alquitrán para las llantas; etileno para la gama múltiple de los plásticos y multitud de detergentes se originan en derivados petrolíferos. Lo mismo ocurre con el nylon y el dacrón. Olvidábamos el caucho sintético. Esto último frenó la tala inmisericorde de nuestras montañas, para obtener este importante producto comercial.

Increíblemente, la zona oriental, tan olvidada por todos los gobernantes, nos ha redimido en lo económico. Antes del petróleo tuvimos quina, añil, tabaco, algodón. Hoy el oriente es eje en lo financiero. Miremos con fe, gratitud y gran oportunismo a Casanare, Guainía, Vichada, Meta, Vaupés.