Triste origen del bicameralismo
En Wikipedia y en otras fuentes puede encontrarse el origen triste para no decir vergonzoso de los congresos de dos cámaras, como el nuestro.
Dicen los historiadores que hacia el año 1315, cuando en Inglaterra medieval la institución Congreso ya tenía más de cien años de existencia, los representantes de los tres estamentos sociales más importantes: el clero, la nobleza y los plebeyos o comunes, se reunían en una sola cámara o salón, es decir, formaban un Parlamento unicameral. Luego los dignatarios del clero expresaron que se retiraban del Parlamento ya que podían defender sus intereses entendiéndose directamente con el Rey. Poco tiempo después, los representantes de la nobleza expresaron que su condición de nobles no les permitía reunirse en un mismo salón o cámara con los representantes del pueblo; los llamados comunes y resolvieron irse a sesionar en un salón especial para ellos que se denominó Cámara de los Lores.
Así nació pues, en el actual Reino Unido, el Congreso bicameral que durante los siglos XVII y XVIII se extendió por Europa y los demás países del mundo.
Sin evolución, durante siglos se mantuvieron los congresos bicamerales. Francia incluso, llegó a tener Parlamento de 3 cámaras y Suecia de 4. Hasta que en los años siguientes a la II Guerra Mundial que terminó en 1945 y dada la crisis económica dejada por tal guerra, Suecia le dio ejemplo de austeridad al mundo, porque su clase dirigente tomó conciencia de que no tenía ningún sentido importante un Parlamento de dos cámaras y lo transformó en unicameral. Ese Parlamento unicameral sueco hoy día tiene un excesivo número de parlamentarios (349), que no corresponde a su extensión ni a su población; pero que sí guarda proporción con el alto monto de su presupuesto nacional y las necesidades básicas satisfechas de sus habitantes.
La creación de un Congreso unicameral tiene un sentido de economía y por eso debe integrarse con un número razonable de congresistas. Recordemos que la actual crisis europea se está presentando más fuerte en países como Italia que tiene nada menos que un Congreso bicameral con 945 escaños. Un Senado de la República con 315 escaños, es decir, tres veces más grande que el Senado de Estados Unidos. Así quién no llega a la crisis económica. O España con otro Parlamento bicameral de 615 integrantes; o Grecia que a pesar de su extensión de apenas 131.957 km2, una población de aproximadamente 11 millones de habitantes y un presupuesto nacional desde siempre comprometido con deuda pública interna y externa y con los grandes costos de su inmensa burocracia pública, se da el lujo de tener un Parlamento unicameral de 300 parlamentarios.
En fin que en primer término, los responsables de que en Colombia tengamos un Congreso costoso de dos cámaras y no un Congreso unicameral que cueste la mitad, son los nobles ingleses del Medioevo que no quisieron sesionar con los plebeyos; y en último término, las mayorías políticas colombianas de las últimas cinco décadas.