Un país apartado
Cauca ratificó que la radiografía regional es distinta a la de los principales centros urbanos, donde se habla de desarrollo, tecnología y competitividad internacional del país.
Las regiones aparecen de cuerpo entero para recordar que existen cuando sus habitantes protestan por carencias sociales básicas, cuando son blanco de la acción guerrillera y puntos de presión del narcotráfico. De lo contrario, son territorios olvidados.
Colombia es país fragmentado hace más de 60 años. Si en la zona central hay poblaciones ignoradas en Cundinamarca, Tolima y Boyacá, las más retiradas en oriente, sur y suroccidente, si no están cerca de las capitales, llevan la peor carga.
Cada región tiene su dolor por olvido y violencia de todos los órdenes y por quienes las utilizan con oportunidad y voracidad y dicen representarlas; Chocó quedó marcada por la corrupción.
Se acaba de confirmar por indicadores bancarios que 36 municipios del país no tienen banca, porque no hay infraestructura y es muy acentuada la desigualdad de ingresos ciudadanos.
Popayán no puede ser sólo el epicentro de su tradicional Semana Santa. Con posibilidad de ser potencial agrícola y ganadero, poco cuenta en el conjunto agropecuario nacional. No tiene empresas de proceso industrial y tecnológico. Es la ciudad con más alto índice de desempleo en el país.
Esas sombras se extienden a Nariño, con municipios que nunca figuran porque no se tienen en cuenta; sobreviven de milagro, como sus vecinos Putumayo, Caquetá y Amazonas.
Si se amplía la radiografía se encuentra a Vaupés, Guaviare y Vichada. Pueden pasar meses y nadie se acuerda de sus habitantes y menos de su situación. Nadie sabe qué sucede por allá.
El cuadro lo completa la región del Magdalena Medio, con dificultades sociales por carencia de salud, acueducto, alcantarillado y empleo en la mayoría de municipios.
Son elementos, para que sepa el DANE, que sus indicadores no revelan la realidad. Igual que los de Planeación Nacional y de ministerios, con funcionarios que desconocen las regiones.
Por más que el Gobierno prometa a los municipios apartados integración a red de Internet, para que “encuentren prosperidad”, lo que necesitan primero es vivir en condiciones dignas de este siglo.
Ojalá el hallazgo de más petróleo en Puerto Gaitán sea redención económica y social para Meta.
La gira del presidente Santos sirve para que cada región desahogue su dificultad y de pronto aporten ideas creativas para todos, pero nada realizable en el inmediato futuro.
Lo irrefutable es que hay un país apartado donde está la alarma social prendida.