Juan Diego Becerra | El Nuevo Siglo
Viernes, 2 de Enero de 2015

“Nos gusta imaginar que las cosas son como queremos”

VAGONES

Pensar con el deseo

Nosotros  los colombianos tendemos siempre a pensar con el deseo. De nada sirven las cifras, la historia, los argumentos. Un día un presidente del país nos dijo que podíamos acabar con la guerrilla a punta de balas y muertos y el país le creyó y acá seguimos. Un día nos dijeron que un metro era la solución a todos los problemas de movilidad de las ciudades y ahí le creímos y le creemos. Un día nos dijeron, y nos repiten todo el tiempo, que este es un país maravilloso, aunque la gente se muera en las puertas de los hospitales, se roben el país en la nariz de todos, nuestros padres de la patria se hayan vendido a los paramilitares, el narcotráfico, la guerrilla; pero nos sentimos orgullos de James y eso es más que suficiente.

Nos gusta imaginar que las cosas son como queremos que sean en lugar de afrontar las realidades y actuar conforme a ellas. Medio país sigue creyendo en la guerra, otra ciudad está a punto de endeudarse de por vida para hacer un hueco, elegimos a los mismos con las mismas, o corruptos, o incompetentes, o charlatanes. Que quizá esta vez la izquierda sí en Bogotá, porque los últimos tres no fueron de izquierda sólo en el momento en que fue claro que no sirvieron para nada. Que quizá la hermana de un condenado de masacrar colombianos, no es tan mala porque los delitos no son de sangre, aunque utilice la misma estructura política del desgraciado. Que quizá un día las cárceles serán para resocializar personas aunque tengan que pagar por un miserable colchón así sea matando al vecino.

Necesitamos empezar a pensar con los pies en la tierra en el futuro que queremos como colombianos. Necesitamos despertar de ese sueño maldito en el que todo suena como si fuera a ser perfecto aunque no tengamos ni la más remota idea de cómo vamos a hacerlo. Necesitamos darnos cuenta de nuestras falencias, de las desventajas de ser como somos. Somos un país en construcción, cierto, pero para aprender a veces hay que mirarnos al espejo y empezar por donde se debe.

Desear es bueno, vivir en los deseos, no. Y no importa la corriente política o posición económica o religión, en la práctica todos hacemos parte del mismo país. Ojalá nos demos cuenta de que el país que construimos hoy es el que dejaremos a nuestros hijos.

@juandbecerra