JUAN DIEGO BECERRA | El Nuevo Siglo
Domingo, 13 de Mayo de 2012

Pregunta difícil

 

A  veces es imposible dar respuestas a preguntas sencillas. Mi hijo recientemente me preguntó si yo veía noticieros y por qué los veía. Después de la respuesta obvia de mantenerse informado y tratar de saber qué está pasando en el país, no pude más que pensar en el país que les estamos transmitiendo a nuestros hijos. No sólo por la violencia que se repite sin cesar en los noticieros nacionales, sino por los hampones que nunca van a la cárcel, el robo millonario de la plata de los colombianos mientras algunos terminan muriendo en las puertas de los hospitales, los políticos que denigran de otras regiones cuando apenas terminaron el bachillerato, las interminables horas de farándula para contarnos que tal actor estuvo de rumba un día cualquiera.

Y eso es lo que vemos. Y eso es lo que hay. Nos volvimos un país que pareciese no tener futuro por cuenta de unos cuantos que prefieren un celular que la vida, o pagar tres o cuatro años de cárcel en lugar de devolver varios cientos de miles de millones de pesos. Y todo son escándalos e investigaciones. Y nada hay de resultados o de retorno a la sociedad. Al ver un noticiero parece que el país se estuviese desmoronando como un triste castillo de naipes.

Claro, la responsabilidad en gran parte también es de los medios que prefieren un retorno simple de las inversiones realizadas a través del boom publicitario de una noticia sin presentar mayor seguimiento para entender lo que sucede después, pero también es cierto que las instituciones colombianas parecen perderse en recónditos paisajes de un país al que nunca le sirven.

La pregunta fue simple, pero increíblemente difícil de responder. Creo que veo noticieros más por el morbo de saber qué desastre ha pasado hoy en el país, antes que por enterarme de algo. Incluso simplemente para ver las versiones televisadas de noticias que por lo general son descritas con algo más de profundidad en los medios escritos, aunque esa calidad también podría ponerse en entredicho. Pero esa no puede ser la respuesta para un niño de 7 años, porque a pesar de muchas explicaciones, aún no entendería la diferencia que a veces es incluso ininteligible para mí.

Debe ser por eso que los noticieros se llaman aptos para mayores de 12 años, aunque para mi gusto sigue siendo una edad aún demasiado temprana. Muchos podrán decir que es una tontería, pero si ese es el país que les estamos vendiendo a nuestros niños, lejos estamos de salir del hueco en el que nos encontramos.

 @juandbecerra